POV ANA
Que bien se siente volver a ser libre, sin el estrés de los negocios, los estudios y el amor, extrañaba mucho esta ciudad. Necesitaba un respiro de tantas obligaciones y nada mejor que volver al lugar donde puedo ser yo sin restricciones algunas.
Mis padres se empeñaron en acompañarme durante el viaje, no les podía decir que no, después de todo ellos solo se preocupan por mi bienestar, lo único bueno (y debo admitir que es un placer culposo) es que escuchamos a Luis Miguel durante todo el trayecto.
Llegamos a casa en la mañana y directo fuimos a saludar a los mejores vecinos del mundo, ¿Qué si estaba emocionada? Por supuesto. Sin embargo mis emociones bajaron cuando mis padres me recordaron las condiciones que tenía para estar acá, y ¿Cómo podía estar de buen humor si tenía que estar vigilada 24/7 por un desconocido? Y no hablo de mis vecinos, ellos son muy especiales para mi, me ayudaron cuando mi mundo se vino abajo en la peor situación de mi vida, entonces la condición era tener una niñera que aún no quisieron decirme quien.
Marcela nos recibió gustosa, mis padres se pusieron al día en las cosas que habían pasado. Mi ánimo siempre se nota a kilómetros de distancia y agradezco al cielo por que no me hayan hecho preguntas sobre mi actitud. Luego Marcela comento que estaba alojando a un familiar de manera permanente, especialmente una adolescente de 16 años que viene siendo su sobrina de la cual nunca escuché hablar.
La joven de cabello negro suelto apareció en la sala, no pude divisarlos bien por que yo estaba de espalda, la observé gracias a un pequeño espejo que estaba al fondo del salón. Tenía una voz de angel y no, no estoy exagerando. Por su presentación deduje que es muy educada, fue ahí cuando voltee, no podía creer que fuese ella, después de tantos años y no había cambiado del todo, ella no me reconoció, quizás me este equivocando y solo sea una casualidad, me concentre en las facciones de su rostro detallando cada milímetro de su piel, no podría ser ella, no después de tantos años.
Salí del trance cuando ella desapareció de mi vista, mis padres notaron lo que pasó y agradezco que no cuestionaran, no sé que les iba a decir. Debo acercarme a ella, debo saber si es la misma persona de hace 10 años atrás, es lo único que mi sistema exigía, ¿Cómo lo hago? En eso me podrían ayudar los vecinos. Mis padres se despidieron no sin antes decirme que me aman.
Me quedé en casa de los vecinos, estuve conversando con Gema y no pude evitar preguntarle sobre la chica esa.
-Pues verás – inició el relato mi amiga – su nombre es Alejandra, 16 años, estudia odontología en la universidad, buenas calificaciones, se graduó con honores, muy educada, tímida, con pocos amigos, le causa pánico que sean directos con ella en ciertos temas sexuales – Gema reía conforme avanzaba con el informe de Alejandra – se podría decir que es una chica diferente a todo lo que hemos visto, es muy noble, toda una novedad diría yo.
-Es todo lo que ya no existe en el mundo- Se me escapò decir eso en voz alta y con una sonrisa boba, Gema me miro extraña- ¿Y por qué decidió venir acá? – Evite preguntas de su parte y de paso lance la pregunta.
-Sus padres son muy controladores, supongo que quiso escapar de eso, aunque tengo un poco de miedo que el estar acá la descontrole, ya sabes, ahora los buenos valores están sobrevalorados y ella es un pan de Dios- Eso era verdad, y lo vivo diariamente, el claro ejemplo soy yo.
-Dimelo a mi, aún estoy tratando de superar el desastre que fui la última vez que vine de vacaciones – mi estadía en esta ciudad no era muy buena que digamos, y muchas personas fueron testigo del desastre.
-Jajajajaja debo admitir que superaste tus niveles, pobres víctimas, cómo se te ocurre hacer el delicioso en la misma casa con 4 chicas – y si, es una de las cosas peores que he hecho – es que no sé cómo al final no se dieron cuenta de que todas estaban ahí.
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Match You
Novela JuvenilQuien diría que encontraría el amor en la persona menos imaginada, solo tuve que viajar 5 horas para encontrarla y con el tiempo, de esa misma forma... perderla. Cuando alguien se impregna muy dentro de nosotros es imposible no recordar con mucha no...