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"El placer es todo mío, Kim Taehyung"

Eran palabras tan comunes en una presentación, en miles de ocasiones tuvo la oportunidad de escucharlas viniendo de diferentes personas que pasaron por su vida. Pero, absolutamente, ningúna de esas veces lo había hecho huir como hizo en el momento que sus músculos parecieron responderle luego de quedarse unos segundos en blanco y con la vista fija en ese sujeto.

Esa sonrisa y su voz siendo dirigidas a él. Solamente a él, se sintió como algo tan familiar, pero tan extraño a la vez.

Deja vu. Es la mejor definición para lo que sintió en ese momento.

Se despertó.

Ahora, unos días después de que Taehyung conociera a su nuevo vecino, el momento dónde solo cruzó unas cortas palabras con el contrario se mantenian a fuego en su mente repitiéndose como un espiral una y otra vez en su cabeza. Podría ser por la vergüenza que aún sentía por,  literalmente, huir de él como alma que lleva el diablo en ese entonces y al igual que los siguientes tres días.

Sí. Seguro era eso.

Por ahora, solo se dedicaría a relajarse en su cómoda cama y despejar su mente de cualquier pensamiento innecesario -como lo es recordar a ese sujeto- en su cabeza, por un demonio, al fin le habían dado una jodida semana de descanso luego de tenerlo meses como zombie en el laboratorio y lo desperdiciaba en darle pensamiento a su encuentro con ese tal Jeon. Increíble.

Suspiró.

Estirando brazos y piernas como estrella de mar sobre las sábanas, amaba tener todo este espacio para él, al menos, hasta que Eunbi volviera más tarde. Acomodó su cabeza en la suave almohada, seguidamente dando una mirada de reojo a la ventana del cuarto para ver la tormenta que azotaba Seúl esa tarde, era algo que lo ayudaba a conciliar el sueño rápidamente; sin embargo, las cortinas estaban cerradas y sus ganas de levantarse para abrirlas estaban por debajo del Tártaro si debía ser sincero.

Se conformaría con escuchar el ruido y dormir hasta la hora de la cena. Cerró suave los párpados cuando sintió el sueño arrastrarlo lentamente.

Era un pequeño paraíso.

"¡Kim Taehyung! ¡¿Dónde guardaste la ropa de la lavandería?!" vociferó Eunbi entrando de repente a la habitación.

Fue lindo mientras duró.

Suspiró.

"Debe estar donde siempre" respondió sin ganas el castaño, negándose a abrir los ojos.

"Debería. Pero no lo está y eres el único en esta casa que a veces tiene la gran idea de cambiar las cosas de lugar" ella dijo, avanzando lento hacia la cama y quedándose en el borde mirando al chico. "Asi que dime dónde pusiste la ropa está vez. Es una emergencia"

Pero el mayor no le contestó.

La pelirroja miró casi impasible al cuerpo sobre la cama, esperando una reacción de éste unos segundos, hasta que notó la respiración del otro volverse lenta; estaba durmiendose.

Eunbi apretó los dientes.

Lo miró un momento más y dió una mirada a rápida a las piernas de Kim, la idea que pasó por su cabeza haciéndola dudar, joder si dudo, pero antes de que se diera cuenta estaba tomando ambos tobillos ajenos con sus manos y tirando hacia abajo con fuerza. El grito que dió su novio siendo motivo suficiente para ocultar con todas sus fuerzas una carcajada.

✖️The Way You Lie✖️ || KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora