advertencias: no sé pq estoy subiendo esto, pero hoy me siento algo triste sin motivo alguno. supongo que es normal.
es mucho fluff e híbridos, nada de smut, son pequeños extractos de una historia que le hice mucho a MyXopas y ahora, sin razón, quiero compartir. ni siquiera tiene separador o portada de lo rápido que lo subo.
agradecería comentarios, por pequeños que fueran.
nota del 12/03/2023: subido gracias a _SunkittenBiased_
Yoongi siempre se consideró como un amante de los animales.
Desde que tenía uso de razón, que le gustaba estar rodeado de esas criaturas tan tiernas y adorables. Por eso, cuando empezó a estudiar en la universidad y vivía en un departamento, a solas, terminó adoptando varios animales para hacerle compañía. Por ejemplo, en casa de sus padres tenía una perrita a la que le puso Holly, mientras que, en el departamento, tres pajaritas llamadas Raina, Nana y Lizzy; y dos hámsteres que respondían al nombre de Kenta y Sang. Le habría gustado tener la posibilidad de algún gatito, pero el departamento podía hacerse pequeño para un gato, así que prefería ahorrarse cualquier problema.
Llevaba una vida bastante tranquila y cómoda... Al menos, hasta que Hoseok llegó.
Ocurrió un día de verano, en el que salió junto a Jimin, un amigo suyo, y se despidieron en un parque, para cada uno seguir su camino. Mientras cruzaba el lugar, Yoongi escuchó unos ladridos fuertes, volteándose para ver a unos perros persiguiendo algo pequeño y que subía por el árbol. Preocupado, el chico pensó que podía ser un gato, así que quiso ir a rescatarlo. Se encontró con la sorpresa de que no era eso, sino una pequeña ardillita herida, que apenas se aferraba a la rama más baja del árbol, temblando y empapada en sangre.
Yoongi espantó a los perros, sacando un pañuelo que llevaba en su cartera y recogiendo a la pobre ardilla, que apenas luchó para soltarse. Mientras iba a casa, llamó a otro amigo, Seokjin, que era veterinario. Le pidió si podía ir a su casa a verla, preocupado porque pareció quedarse dormida. Podía ver que seguía viva gracias a su respiración, lo que era un alivio para él.
Una vez en casa, Yoongi trató de limpiarla de la sangre pegoteada, y cuando Seokjin llegó, comenzó a revisarla.
―Uf, llegaste a tiempo ―dijo Jin, preocupado―. Tiene su pata delantera derecha rota y una mordida fuerte en su cabeza. Casi le rompen el cuello.
―Pero... ¿estará bien? ―preguntó Yoongi, apenado.
―Si está bien cuidada, sí ―respondió Jin, comenzando a limpiarle las heridas―. No debe tener más de dos años, pobrecita...
Una hora después, la ardilla estaba fuertemente anestesiada, acostada sobre un cojín y con una toallita encima, para que no pasara frío. Yoongi le pagó a Jin por sus servicios, esperando que al día siguiente la pequeña estuviera mucho mejor. Con eso en mente, se fue a acostar.