|D O S

60 7 0
                                    

—¡Al escenario Corea de Sur en tres minutos! —grita uno de los asistentes del evento en los camerinos.

Jimin siente el pulso acelerarse y, aunque tiene a Yoongi acariciando su mano con parsimonia, no puede evitar sentirse nervioso por el acto. Hoseok camina de lado a lado activando sonido y otras cosas mientras que HyunJin y Yeji ya están en primera fila esperando con ansias la presentación. Los hermanos no sabían sobre el acto que darían los jóvenes, querían sorprenderse ante el talento de ambos. El público fuera aplaudió y eso fue el indicio de que el acto anterior había acabado, entonces Jimin y Yoongi se ponen de pie, caminando con las manos entrelazadas hasta el telón que los separaba de la pista. Jimin mantiene en su diestra una flauta plateada para el acto y Yoongi con un sombrero sobre el negro y brillante cabello. Las manos se separan y la voz llamando su país les hace eco en los oídos y los corazones.

—Lo harán genial. —escuchan el susurro de su entrenador y salen hacia el público.

La masa de gente está de pie, aplaudiendo a los amantes que ingresan hacia la pista. A ambos se les llena el pecho de alegría y sonríen haciendo una venia hacia el jurado de enfrente como respeto, así mismo, hacia el público. Ambos toman una muy honda respiración antes de empezar.

El rubio de labios gruesos posiciona sobre los mismos la flauta, posándola con elegancia a esperas de que la discografía ruede. Esta empieza, el sonido agudo del instrumento solo es una ilustración del acto, pues Jimin finge entonarla con perfección. Los pies del mayor pelinegro se mueven a su posición, algo lejos del menor quien sigue en su papel y comienza a dar vueltas en su eje, la rapidez aumenta y los alientos se retienen. La flauta parece ser entonada con mucha más rapidez y los giros aumentan así mismo la velocidad, hasta que finalmente para. Yoongi cae sobre el hielo, como si el silencio le hubiera quitado el control. Era parte del acto, claro, pues aunque en el público se escuchó una horda de preocupación, Jimin se mantuvo en su posición, dando a entender que no era más que el concepto que intentaban demostrar.

La canción "Black Swan", con pista orquestal producida por Kim Namjoon y sonido melódico de la flauta por Kim SeokJin sonaba elegante por el coliseo. Jimin comenzó a moverse sin despegar de sus labios el objeto plateado, comienza a girar al eje de aquel pelinegro en el suelo y espera a que este se levante y lo mire para comenzar a apartarse volviendo a cerrar los ojos, recorriendo el lugar sin usar la visión. El chico se pone de pie y lo sigue, sigue la música y sigue el ritmo; sigue sus pasos y las piruetas, sigue en su totalidad a Park Jimin. Entonces todos lo entienden, todos entienden el mensaje y la obra. Sobre sus ojos se enfoca la historia del flautista de Hamelín. La gente se pone de pie, los jurados observan serios.

Jimin ladea su cuerpo hacia delante, haciendo que una de sus piernas huya hacia atrás. Yoongi lo sigue con los ojos cerrados, confiando en sus propios instintos y en su práctica. El rubio lanza una pirueta, una muy difícil que se desarrolla en el aire y que Yoongi sigue, así mismo, sin mirar a lo demás. Siente su pulso en su garganta, Jimin está preocupado por lo que pueda pasar, pues no puede dejar de fingir entonar el instrumento entre sus gruesos labios.

El momento del clímax llega; el pálido abre los ojos, como si reaccionara al encanto de la flauta y aumenta su velocidad, arrancando de las manos pequeñas aquel objeto.  La música para y todo el público se queda con la boca abierta. Comienza un forcejeo elegante, tan elegante que todos sonríen ante la magnitud. Es hermoso, es totalmente hermoso. Llegando el final, suena de fondo la leve pista sin el sonido de la flauta. Yoongi ha sacado un puñal y, cuando estaba por clavarlo en el pecho del artista, las luces se apagan de golpe. Yoongi yace en el suelo con el cuerpo de Jimin sobre él, sangre en el puñal y en en traje de su compañero.

Los aplausos se alzan como si no hubiera mañana y es aquel pelinegro quien mira con cariño al chico y acaricia su mejilla rosada ante el esfuerzo. Ambos se ponen de pie y hacen venias hacia todas las direcciones. Sus corazones laten con fuerza cuando ven al jurado de pie con una sonrisa indescriptible y no saben cómo sentirse. La gente grita, grita eufórica por el acto y corean felices su país de procedencia. Sus miradas se encuentran, sus pechos subían y bajaban.

LOVE ON ICE [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora