Cap. 4

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Cap. 4:

Mordecai había estado una hora preparándose para su cita. Por alguna razón ya no se sentía nervioso, sólo cuando estaba cerca de Rigby, quien no la estaba pasando muy bien que digamos. Sabía que después de esa cita, sería su fin. Perdería su última oportunidad. Mordecai se despidió de él a las 4:30. 

El pobre Rigby sintió su corazón romperse. Nada sería lo mismo. 

Llegó a pensar que podría tener algo con Mordecai, pero al parecer se equivocó. No sabía qué hacer, si resignarse a perderlo a manos de una zorra de cuarta, o decirle toda la verdad al ave y perder la amistad que llevaba con él. 

Realmente era una decisión difícil, pero tendría que tomar alguna, él siempre era orgulloso, quería demostrar ser alguien fuerte y valiente, pero no era tan así en realidad. Al menos desde que el amor llamó a su puerta. Había cambiado mucho desde eso, se ponía triste, no hablaba demasiado, pensaba más, sufría mas y por supuesto que sus celos habían aumentado increíblemente. Simplemente no podía evitarlo. 

Hubiera preferido enamorarse de Eileen, sufriría menos y le habría correspondido a la pequeña topo de lentes. Pero no, él estaba enamorado de Mordecai, su mejor amigo, el que lo había acompañado en las buenas y en las malas, el que le hacía favores, jugaba con él, lo cuidaba y nunca lo dejaba solo. El único problema era la pajarraca ésa. Sin ella todo sería más fácil, menos celos, más tiempo junto a Mordecai y una razón menos para ir a aquella maldita cafetería que tanto odiaba. Aún no sabía por qué seguía yendo. Ah sí, cierto, para no dejar a Mordecai solo con Margarita. 

Y de nuevo ella. -¡Maldita bruja, lo arruinas todo!- Pensó Rigby. Entre todo ese tiempo, se habían pasado las horas volando, ya eran las 6:45, y Mordecai había entrado, Rigby lo supo por el sonido. Ya se había decidido.

Le diría toda la verdad, pasara lo que pasara.

Continuará...

La soledad desespera .:Morby:.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora