|| C A P I T U L O 1 ||

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Kate Black

Estoy a algunos metro de mi casa en Londres, acabo de llegar de Beauxbatons, fue un largo año, pero estoy feliz de volver a casa después de meses de estar en Francia.

El carruaje me deja frente a mi casa y pudo ver algunas luces prendidas, genial están en casa.

Camino hasta la puerta de mi casa y entro con cuidado.

El pasillo gigante de la entrada me recibe y lo primero que veo es a Kreacher a algunos pasos de mi, su apariencia cansada se ve igual que cuando me fui, su túnica está un poco más limpia, pero lleva algunas cosas en la mano.

—¡Kreacher!— digo con alergia.

—Ama Kate.— dice con un pequeño movimiento.

—¿Alguien está en la casa?

Escucho una voz por lo cual mi pregunta es respondida.

—Es que...

—Olvídalo.— digo.

Camino por el pasillo que me lleva hasta mi sala y es ahí donde veo a un chico de espaldas.

—Hola Reg...— Mi voz se va a apagando mientras veo a el chico que está frente a mi.

Escucho la vista para atrás confundida.

—Hola.— me dice el chico con lentes redondos.

—Se que no me equivoque de casa, pero al parecer tú si.— digo con una sonrisa amable.

—Soy James.— dice ofreciéndome la mano. —James Potter.

—Katherine Black.— digo tomando la mano.

—¿Black?

—Soy hermana de Sirius y Regulus Black.— aviso. —No se si los conozcas.

—¿Sirius tiene una hermana?— dice con sorpresa.

—James con quien...— la voz de mi hermano llega a mis odios y me llena el corazón. —¡Kate! ¿Qué haces aquí?

Sirius llega a donde estoy y me abraza con fuerza.

—Pensé que llegabas de Francia en una semana.

—Al parecer nadie lee las cartas que escribo.— digo con sarcasmo.

—Esas las lee Regulus, yo no.

—¿Dónde está por cierto? ¿Y mamá y papá?

—Fueron a visitar al tío Cygnus en Escocia.

—Sirius no nos presentarás a tu...

—Ella es Kate, mi hermana menor.— informa quintándose de mi para que todos me observen.

Veo a tres chicos, el llamado James está junto a un chico más alto que el, su cara es delgada pero muy marcada, su cabello es un rubio oscuro y veo como es un poco más relajado.

—Soy Remus, Remus Lupin.

Un chico más bajo está a un lado de él, su cabello es rubio y su cara es muy sencilla, pero el se ve más serio.

—Soy Peter Pettigrew.

—Kate Black.— digo desviando mi vista de ellos.

—Me alegra que llegarás a casa.— me dice Sirius aparentando mi mano.

—A mi también, supongo.— digo. —¡Kreacher! Lleva mis maletas a mi habitación y trae mi correo.

Les dedico una fugaz mirada a los chicos de mi sala y camino al segundo piso de mi casa, donde las habitaciones están.

Entro a la mía y esta justo como cuando me fui, no hay ni una cosa fuera de lugar.

—Desees que cambie algo de su habitación Ama Kate.— pregunta Kreacher en la puerta.

—No, todo esta bien. Igual que siempre.

—El Amo Regulus viene a su habitación algunas veces, dice que extraña a Ama Kate.

Suelto una pequeña sonrisa.

—Gracias Kreacher.

Camino con cuidado por mi habitación hasta llegar a mi ventana, hay un pequeño espacio que deja espacio libre para sentarte junto a ella.

Me quedo un rato viendo el cielo, estamos en invierno y el cielo tiene una tiña de gris, que hace más deprimente estar en esta casa.

***

Han pasado casi tres horas desde que llegué a casa y estoy en mi habitación, tengo un sentimiento en mi estómago que no entiendo del todo.

—¿Quieres cenar algo?— dice Sirius desde el marco de mi puerta. —Kreacher puede prepararte algo.

—No tengo hambre, gracias.

—Se que no fue la mejor bienvenida, pero estaban mis amigo y... Bueno rara vez pueden venir a casa.

—Está bien.

—¿Está bien? Eso es todo lo que dirás.— me reclama.

—Mira Sirius, ¿Sabes que son horas de camino para venir a casa? y ¿sabes que me encuentro? Un grupo de dudosa procedencia en la sala de mi casa, mis padres no están y tampoco Regulus, nadie sabía de mi regreso y sinceramente no creo que les haya importado, así que vete de aquí que no tengo hambre.

—¡Ey! Cuidado de cómo me hablas, aún soy tu hermano mayor.

—¿Enserio?— digo con sarcasmo.

—Kate yo se que no tenemos la mejor relación, pero...

—Quiero dormir, largo.

—No se puede contigo.— dice levantando las manos con enojo. —Eres exasperante.

—¡Largo!

Sirius azota la puerta y me quedo viendo la puerta con una sensación rara en el estómago.

Estoy enojada, pero lo que pasó en la escuela no debe de afectarme, no, no debe.

Me levanto de mi cama con cuidado y tomo la perilla de la puerta y cuando la estoy por jalar, alguien la abre de vuelta.

Es Sirius.

—Lo lamento.— decimos ambos al mismo tiempo.

Sirius me abre los brazo y yo no dudo en abrazarlo, eso es lo que necesitaba.

Mis lagrimas comienzan a caer por mi rostro y Sirius se da cuenta más no me pregunta.

—Todo estará bien.— me susurra abrazándome con fuerza. —Estas en casa, nada ni nadie te lastimará aquí.

—Es que...— digo con la voz cortada.

—Está bien, no debes de contarme nada.

Continuó abrazándolo y me siento feliz, pero a la vez tengo una tristeza en mi alma.

—Cuando Regulus venga haremos algo y te sentirás mucho mejor ¿okey?

Asiento aún en el abrazo y me niego a soltarlo.

—Aquí estoy, no me iré a ninguna parte.

—Gracias...

Los Hermanos Black ||Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora