_Día de la boda_
Estoy algo nervioso no se si fue buena idea que nuestra boda la hiciéramos en invierno incluso está nevando.
Suspiro y me miro en el espejo las dudas que por un momento nublaba mi cabeza se despejan como si el sol iluminará un día gris y lluvioso.
Hace menos de cuatro meses di a luz a nuestro hijo Teo es precioso y lo amo tanto pero sufrí de depresión posparto.
Debo decir que aunque al principio sentí inseguridad con mi cuerpo y miedo a que todo fuera a desboronarse que Harry siguiera con vida... yo me deprimí pero Leo me ayudó y nunca se apartó de mi lado.
El doctor dijo que ocurrió debido al estrés de lo que sucedió antes, la psicóloga dijo lo mismo pero ahora estoy mucho mejor mis hijos Sam y Teo son mi luz, Leo es mi fuerza.
Miro a mi Teo dormidito en su transportadora, es una ternura, mi hermoso bebé.
Decidí no usar un vestido por lo que León mando hacerme un traje especial blanco a mi medida, además de eso encima de mis hombros un abrigo afelpado de un color blanco inmaculado me cubrirá del frío.
Miro a mi mamá ella está...llorando-Dios jamás creí que viviría tanto como para verte así, a punto de casarte, soy tan feliz mi niño-dijo sonriendo y limpiando sus mejillas con un pañuelo.
La brazo y besos sus manos.
-Mamá no llores, soy yo quien debería llorar de los nervios...yo voy a casarme...me casare con él hombre que amo, el alfa que escogí y me merece-sonreí
Después de consolarla y que me ayudara a retocar me un poco llegó el gran momento, Richard llegó para llevarme a el altar, él y yo nos hicimos mucho más cercanos después de que me rescatará ahora es como mi hermano mayor y tío de mis hijos.
-¡Vamos! se nos hace tarde y luego Leonardo empezará su momento dramático si no te ve pronto-dijo tomando mi abrigo y la transportadora de Teo
-Ya voy mama la pañalera no la olvides-le recuerdo y con cuidado y algo de prisa logramos subir a la limosina.
Llegamos al templo y los paparazzis estaban vueltos locos, baje del auto después de Richard, Dog tomo a Teo y sus hombres mantenían a la prensa a una distancia prudente para no incomodarme.
Miro la única barrera que nos separa a mi y a Leonardo de unir nuestras vidas.
-Si quieres escapar puedo ayudarte lo sabes-susurro Richard a mi lado.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Esperanza
RomanceLa tormenta empapa mi cuerpo, el ardor punzante en cada parte de mi cuerpo, estoy corriendo. Me violó mi mejor amigo alguien en quien confiaba me usó, me mintió y me humillo sin piedad, mis piernas no dejan de moverse dando pasos uno tras otro, esca...