Un ninja nuevo

Capítulo 13

Y ya está aquí el capítulo 13.

Para quien no lo haya hecho le pido que vote su opción preferida en el anuncio "IMPORTANTE". Lo necesito para poder pensar en el futuro de la historia.

Como siempre acepto críticas constructivas y comentarios para corregir faltas de ortografía o expresiones.

Disfruten.

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Hola: biju hablando
(Esto es aburrido): biju pensando
Ese es mi camino ninja: alguien hablando
(Quiero ramen): alguien pensando
(Oni-chan (dialogo de un biju)) / (Oni-chan (diálogo de un humano)) : yo hablando ; )
"Rasengan": justsu
-------------------- = separación de eventos

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Dos de los siete días que Naruto había planeado quedarse en Suna ya habían pasado. El primer día fue dedicado al turismo, en él conoció a Hilda, con quien había pasado el segundo día. Ella le había enseñado algunos comercios de la aldea y le había llevado a la que, según ella, era la mejor pastelería de la aldea; resulta que Hilda es hija de una familia de civiles que lleva aproximadamente seis generaciones trabajando en su tienda por lo que tiene una pequeña reputación formada.

Habiendo gastado el segundo día en dar vueltas por la aldea junto a su nueva amiga, el tercer día fue cuando inició el plan por el cual había venido a Suna desde un principio. 

Lo primero fue entrar en la biblioteca y hablar con la secretaria, le explicó que era un civil que había venido por unos días a la aldea y quería conocer la cultura del lugar; ella le explicó las normas de la biblioteca y como esta estaba dividida. Ni siquiera tuvo que pedírselo.

Ese día tan solo sacó un par de libros sobre leyes, cultura e historia; libros que fueron memorizados esa misma noche gracias a los clones de sombra.

Compró algunos alimentos y se hizo su propia comida en al habitación del hotel, no podía estar derrochando su dinero comiendo en la calle todos lo días.

El cuarto día ayudó a Hilda en la tienda descargando el cargamento de productos y haciendo algunos repartos a domicilio, esto para ganar algo del dinero que había gastado y memorizar algunas calles y lugares. 

Y fue en esa noche cuando dio el segundo y penúltimo paso de su plan para conseguir los jutsus de viento. Adentrándose de nuevo en la biblioteca con la escusa de ir a devolver los libros que tomó hace dos días y buscar algunos nuevos, fue dejando pequeños rastros de chakra por los pasillos. 

Estos rastros formados con su chakra para él funcionaban como balizas, pero eran imperceptibles para cualquier otro shinobi, sea o no sensor.

Gracias a que su control de chakra ya había alcanzado un nivel superior al que alguna vez tuvo, había descubierto algo que le iba a ser sumamente útil a partir de ahora. Resulta que era capaz de usar esas balizas como puntos de generación, es decir, podía generar un clon de sombra en uno de estos lugares en lugar de a su lado. Por supuesto, de la misma forma que podía invocar uno nuevo también podía trasporta uno ya creado a una de esas balizas, como si fuese un teletransportador para clones.

El plan era "simple",  dejaría unos 40 clones de sombra en su habitación, todos con el chakra suficiente para poder hacer un henge similar al que llevaba él puesto. Con esto los clones se transformarían en pequeños insectos, como hormigas, y se transportarían a la baliza de chakra dejada en la sala de los pergaminos, entonces cada una buscaría un pergamino de viento diferente. Después, una a una las "hormigas" se irían deshaciendo para pasar la información a otro clon que se encargaba de apuntar dónde estaba el pergamino, cómo era y qué jutsu contenía. Esa misma noche analizaría los jutsus y cuales podían interesarle, entonces a la noche siguiente mandaría a un par de clones transformados que harían un recorrido para intentar localizar la mayor parte de los pergaminos a simple vista, y entonces los siguientes clones irían hacia los pergaminos y los agarrarían. Una vez agarrados gastarían todo el chakra que les quedase tras hacer el henge para hacer un jutsu de clonación sobre el pergamino, el cual surgiría en la baliza de chakra colocada en la habitación para evitar sospechas o nubes de humo. Así conseguiría sacar una copia exacta al pergamino original sin que él siquiera se moviese del  sitio.