3. Confort

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Las visitas de Harry a su habitación eran bastante frecuentes,era algo sofocante no poder desvestirse a gusto en su habitación sin que de repente apareciera de la nada unas gafas horribles y ojos centelleantes por el umbral de la puerta,ya lo había regañado por eso,pero era imposible mantener el rigor de su voz mucho tiempo cuando el otro agachaba la cabeza,murmurando un "perdon",y si bien las mejillas de el azabache estaban ligeramente ruborizadas, estaba seguro que no sentía nada de vergüenza,si fuera así,habría tocado la puerta las cuatro veces posteriores,pero no fue así,y en algún momento,dejo de reclamarle.

Hoy era uno de esos días.

A penas se iba a poner la camisa cuando escuchó la puerta abrirse,cerrándose casi al instante mientras debajo de esa capa maldita se dejaba ver el salvador del mundo mágico,tan sonriente desde que había empezado a frecuentar al rubio,por instinto ante la repentina intromisión el aristócrata se cubrió a medias con la camisa blanca,dedicandole una mirada amenazante,pero habia pudor en esos orbes grises,todo en su lenguaje corporal se mostraba tímido y enojado al mismo tiempo,eso parecía provocar un pequeño placer en el ojiverde,que alzaba las cejas y sonreía con descaro,alzando la barbilla.

- Eres un descarado,Harry James Potter,hay maneras de anunciar tu entrada más adecuadas,volteate,tengo que vestirme.

Exigió levantando la barbilla dignamente mientras volteaba su cuerpo en dirección a cualquier parte que no sea el otro ser humano en la habitación, para no tener que verlo mientras se ponía aquella cara camisa,por suerte estaba en boxers,la primera vez que el otro irrumpió en su cuarto no traía más que una toalla alrededor de su cadera.

- Somos hombres,tenemos lo mismo,no veo el problema.

Pero aún así,el azabache hizo caso,dándole la espalda al pálido muchacho. Sin embargo este no contaba con el espejo en la esquina próxima a el,donde se reflejaba la figura tan alargada,tan proporcional e impoluta de el Slytherin en cuestión,resaltando entre tanto verde jade y plata,se sentia enfermizo al tener esa necesidad tan insistente de verle,todo el tiempo.

El azabache podría pasar horas haciéndolo,y no se cansaría,sabía que  Draco sabía,que estaba mirando.

- ¿Vienes por algo en particular?¿o sólo quieres contarme tus novedades, Niño-que-vivió-para-espiarme?

Harry escuchó la voz sedosa de su acompañante,ya estaba completamente vestido,un pantalón algo suelto de seda blanca,camisa de tela suave relativamente, era fin de semana,y Draco amaba pasar fines de semana en casa.

- Quiero algo de calor.

Era un tipo de palabra clave entre ambos,el de mejillas rosadas miró por encima de su hombro para fijarse en él,un ápice de deseo en sus pupilas.

- No nos hemos visto en cuatro días...- Murmuró el azabache con ligera molesta,casi exigiendo en su mirada,tan salvaje,algo de atención,no podía vivir sin esta,o al menos no cómodamente,se ponía irritable con otros,y más tenso,nadie parecía notarlo más que Hermione,Draco,aunque correspondía a sus acercamientos,no lo buscaba,y a veces tendía a evitarlo,con la vaga excusa de tener que hacer deberes de la escuela,bueno,no era tan vaga la razón pero aún así le dejaba inquieto.

Draco puso los ojos en blanco con una pequeña sonrisa,como señalando la actitud levemente infantil del otro,acercándose con pasos lentos para tomar su muñeca firmemente,las pupilas del moreno se agrandaron y soltó un imperceptible suspiro entrecortado,sintiendo como era llevado por una especie de ángel hacia la enorme cama,fue empujado a esta con las manos pálidas en su pecho,donde reposó su cabeza entre almohadones de plumas,sonrió tontamente,por estas razones frecuentaba a Draco de forma constante,cuidaba de él,lo hacia sentir importante de una forma distinta a las demás personas,recibió su caricia en la mejilla,su piel era tan suave al tacto,algo fría que se entibiaba con su piel morena al contacto con esta,cerrando los ojos para disfrutar de su cercanía.

Daddy Issues (Darry/Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora