¿Sorprendida princesa?

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                            JAN

¿Qué demonios ha sido eso? Nunca he visto a Hannah tan enfadada con alguien a tal punto de golpear. ¿En serio Camila está embarazada? Que locura por Dios.
George tiene su mano puesta en la mejilla y los ojos grandes como platos por la sorpresa.

— Solo estoy asustado — dice tímidamente — Nunca pensé verme en una situación como esta.

Se derrumba en el sofá.

— ¿Y tú como crees que está ella?¿Flipando en colores? — dice con ironía la pelirroja.

Camila se sienta al lado de George y él la toma de la mano, no sin poca resistencia de ella. Parece que las bofetadas tienen efecto reparador en él porque ahora parece calmado e incluso mira a su novia con otros ojos.
Después de un rato de conversaciones entre ellos, disculpas y apoyo mutuo los dos se largan y nos dejan perplejos a los demás por la rapidez con la que todo se resolvió.

— O sea, ¿Ya se acabó todo? Estos dos no tienen remedio, en serio estoy que flipo. — ríe Kiara.

— Lo que sucedió fue falta de comunicación y miedo, ellos se quieren. — afirma la chica tímida de la que casi nunca recuerdo el nombre. — Bueno, yo me voy. Nos vemos mañana chicas.

— Espera un momento. Todos se van felices ... ¿Acaso yo soy la única que se ha quedado traumada y con dolor de cabeza? — pregunta Kiara — No, no. Ahora yo necesito despejar. Oye Hannah, ¿Y si nos vamos de juerga esta noche?.

Siglos. Siglos pasan desde que Hannah, después de rogarle y rogarle, decide meterse en su habitación a arreglarse. ¿Por qué las mujeres se tienen que tardar tanto? Esto es desesperante.
La puerta de la habitación se abre y ahora entiendo el motivo de tanta demora. Joder, está despampanante.

— Dios.... — suspiro nada más verla. Está buenísima. Mi polla se pone dura con solo mirarla.

Un vestido rojo oscuro la cubre de los hombros y hasta medio muslo, encajando perfectamente en sus preciosas curvas. Lleva tacones altos del mismo color y el cabello castaño le cae en suaves ondas por los hombros y hasta los pechos. Sus ojos van resaltados en negro y sus labios llevan un suave brillo natural que hacen de sus carnosos labios un manjar más que apetecible.
Me he quedado boquiabierto, mirándola, devorando cada exquisito centímetro de su cuerpo con la mirada y maldiciendo para mis adentros que hayamos quedado con Kiara, porque en estos momentos en lo único que pienso es en arrancarle esa ropa y meterla en la cama.

— Oh cielo, estás maravillosa. Seguro que muchos chicos guapos no te sacarán el ojo de encima. — le dice Yoanna guiñándole un ojo — Jan, tendrás que cuidarla, tráeme a mi niña sana y salva. — me da un beso en la mejilla.

Sí mamá, yo la traeré sana y salva...y le arrancaré los ojos a cualquier hijo de puta que siquiera se le ocurra mirarla. Ahora que lo pienso mejor le mando que se quite ese vestido, es demasiado provocativo. Mejor que ponga unos jeans largos y una camisa con mangas o, de preferencia, un saco que le vaya desde el cuello a los tobillos.
Este tipo de vestidos solo debería llevarlo cuando esté en mi cuarto, sola conmigo, minutos antes de que se lo arranque del cuerpo y me hunda en ella, muy profundo.
Dejo a un lado mis sueños eróticos, estoy a un paso de correrme en los pantalones y ni siquiera la he tocado. La tomo por la mano y me la llevo de ahí sin mediar palabras.
Nos metemos en el coche y llamamos a Kiara para preguntarle a dónde vamos a ir y si quiere que la pasemos a recoger. Ella nos espera en el "Libera's" junto con Josh, su novio.
Llegamos al local en 20 minutos y nada más entrar la música estruendosa nos ensordece. "Burn"  de Ellie Goulding resuena por los altavoces.
Llegamos a la barra tomados de la mano y solo tenemos que dar un rodeo con la vista por el local para localizar a la pelirroja siendo devorada por un chico alto y moreno que asumo que es Josh y al lado una chica delgada de pelo castaño que por su expresión parece querer salir de ahí a como de lugar.
Pedimos nuestras bebidas, una cerveza para mí y un ron con cola para Hannah, antes de acercarnos a la mesa que ocupan.
Los devoradores se detienen en cuanto nos acercamos, ambos se miran un poco avergonzados por su numerito delante de la pobre chica.

Siempre tuyo, princesa. ( Mi princesa 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora