𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 3

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POV Kirishima

Sin previo aviso vi como son su pie tiraba lodo hacía a mí.

-¡Hey! ¿Eso cómo porque?

-Por ser un imbécil, vete ya de una vez.

-¿Qué? No puedo, tu madre me dijo –Antes que pudiera seguir se levantó rápidamente y empezó a caminar hacía los caballos.

-¡No me importa que te haya dicho la bruja!

-¡Pero debo hacer tu retrato! –Grité tomando su mano.

-Ya dije qu... ¿Retrato?

-¡Sí!, tu madre me ha contratado.

-Como sea- dijo haciendo un puchero que me pareció la cosa más bella que he visto. –Ya regresemos.

En todo el camino de regreso no dijo nada y yo preferí hacer lo mismo.

-¿Dónde estaban?, Estaba buscándolos. –Dijo la señora Bakugo y antes de poder contestar algo contestó él antes.

-Que te importa, y tú sígueme – Lo seguí un poco dudoso a causa de los gritos de ella hacía él sobre lo irrespetuoso que era pero al parecer era normal ya que él ni se inmutó.

Al llegar de nuevo a la sala él se sentó en uno de los sillones y yo en otro.

-¿Qué debo hacer? –Preguntó sin verme a los ojos.

-Yo haré un boceto a lápiz luego haré el cuadro en mi estudio.- Dije tomando mis cosas para sacar mis lápices y una libreta.

-Como sea date prisa. – Dijo antes de sentarse de manera correcta en el sofá.

Y sin perder tiempo empecé a dibujarlo, imponente con su ceño fruncido y sus labios apretados. Una vez terminé salí de allí despidiéndome de él y de su madre. Debía empezar a trabajar en la pintura.

Pero en calor en mi pecho no desaparecía a pesar de estar lejos de él.

Una vez en mi estudio y sin perder más tiempo corrí a cambiarme, me puse una pantaloneta y mis crocs, nada más, era mejor eso que ensuciar toda mi ropa.

Tomé mi cuaderno especial de dibujo y empecé a hacer los bocetos, estaba tan concentrado que no oí el timbre hasta que empezaron a tocarlo con mucha insistencia.

-¿Qué haces?, llevó mucho tiempo tocando- Dijo Mina nada más entrar a mi estudio.

-Lo lamento estaba muy concentrado dibujando. –Dije regresando con mi cuaderno.

-Quiero ver – Y antes de poder decirle algo mi cuaderno ya estaba en sus manos.

-Vaya, se ve bien. Les gustará.

-¿Tú crees? –Dije tomando el cuaderno y dejándolo en una mesa que estaba cerca.

-Claro, bueno... yo no sé cómo es él pero si tú lo dibujaste así es porque es así.

-¿No lo conoces? – Dije sentándome a su lado.

-No, nunca va a la empresa y casi nunca voy a la casa de mi jefa.

-Oh, ya veo.

-Bueno yo venía a invitarte a comer con los chicos, ¿Tienes tiempo libre?

-Mmm, no lo creo, el retrato debe ser grande. No creo poder perder mucho tiempo, cuando termine podemos salir todos juntos.

-Bien, yo les digo a los chicos, bye. –Dijo poniéndose de pie de un salto yendo a la salida.

-Que se la pasen bien

-Gracias.

Regresé al primer boceto, el que hice en la mansión, debía hacerlo así. Eso es lo que querían.

Preparé mis pinceles, mis pinturas y empecé a pintar, los segundos, los minutos, las horas se fueron como el agua en mis manos, mi mirada no podía despegarse del cuadro de no ser para tomar otro color o pincel. No debía cuanto tiempo llevaba allí hasta que mi estómago rugió por alimento.

Tomé una pausa para apreciar lo que había hecho, ya faltaba poco para terminar. Eso sería todo por hoy.

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No sabía qué hora era, solo que aún era de noche pero no podía volver a dormir, no hasta pintar lo que vi en mis sueños.

Tomé otro lienzo y empecé a pintar, los colores eran más vibrantes y vivos, empecé a pintarlo en aquel bello lugar, su ceño ya no estaba fruncido, sus labios relajados y su mirada concentrada en algún punto, sin poder evitarlo empecé a pintarlo como yo lo veía, su mirada carmesí brillante, su cabello cenizo brillando a causa del sol, quería detallar esa bella imagen que había tenido frente a mí hace unas horas.

No paré hasta que el sol empezó a entrar por mis ventanas. Lo había terminado y sonreí satisfecho. Hasta que caí en cuanta de lo que estaba haciendo.

Siempre estuve consiente de mi sexualidad, siempre me parecieron guapos los chicos y más de una vez me había gustado alguno de mi escuela pero él no era uno de esos y lo que sentía no era igual ni por asomo. Nunca me había gustado una persona el mismo día en que lo conocí, pero cuando lo vi mi corazón empezó a latir muy rápido y no había dejado de hacerlo. 

¿Es esto amor? No, ¿Verdad?. 




Perdón si tiene algunos fallos pero es que lo escribí corriendo ya que apenas tuve tiempo para escribir algo (Semana de examenes y proyectos F) subiré el otro muy pronto lo prometo. 

Fuera de mi alcanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora