Un Futuro Previo © [Trilogía Russell #1]

Extra IV

[Antes Del Primer Capítulo]

En un cierto lugar, un gato extraño y exótico caminaba por las solitarias calles de la noche. A pesar de su extraño color y ojos únicos, nadie pensaría que este gato extraño y de cierto modo hermoso, era un dios. Un dios con una apariencia gatuna.

O al menos eso había dicho quien lo había cuidado una vez. Hace mucho, mucho tiempo atrás. Cuando la humanidad apenas comenzaba su era.

El gato dios vigilaba a todos lados con sus ojos audaces, su caminar era elegante. Su pelaje se veía esponjoso y sedoso, parecía un gato de una buena familia. Un gato negro pasó enfrente de él, él lo miró sin importancia, pero el gato negro al verlo engrifó su pelaje.

一Miau~ 一Maullo el gato negro con ferocidad, el gato dios solo le dio una mirada de reojo y siguió su caminó. «Gato tonto», pensó. El gato negro al ser ignorado solo se marchó.

Todos los gatos actuaban así ante él, era su mecanismo de supervivencia suponía, o mejor dicho, a ningún gato le agradaba, todos mostraban su recelo ante él. Y el no los culpaba, pero aún así, ¡Qué Irrespetuoso! A veces si se indiganaba ante su falta de respeto al primer gato que existió, ¡yo soy su padre!

Siguió su camino y de pronto comenzó a oír.

«Desearía tener una vida, mejor que está. Una vida rica».

«Desearía tener una mansión».

«Desearía tener super poderes».

«Desearía...».

El dios gatuno escuchó e ignoro todos los deseos que escuchaba de los humanos. Siempre viajaba por todo el mundo, escuchando los deseos de la humanidad, pero muy poco eran cumplidos y cuando esos sucedía, el humano lo llamaba "milagro". Pero incluso si el pudiera cumplir cualquier deseo de la humanidad debía hacerlo con cuidado, porque el cumplir un deseo sin pensarlo podía llevar a un nefasto final. En el pasado había cometido ese error, y siempre recordaría ese final, porque fue la última vez que vio a la persona que alguna vez lo cuido.

«Desearía poder tener una hermosa familia, un esposo hermoso y sexy que me ame y unos hermosos hijos que me quieran como yo los amaré a ellos... solo para no tener está lamentable vida».

Esas palabras detuvo su andar, y llevó su mirada a un lugar que daba a un callejón, en donde había basura regada, ratones corriendo, pero el veía mas allá, en un departamento. En un departamento que quedaba a kilómetros de allí.

Sus ojos gatunos brillaron de curiosidad, y en un simple parpadeo estuvo enfrente de la ventana del departamento. Dentro de él, la mujer que había hecho el deseo se encontraba allí.

¿Qué tenía de especial su deseo de entre todos?

La joven mujer estaba acostada en su cama, mirando el techo con la vista ida, su mano sostenía un bote de helado, y Su cabello se encontraba desordenado en la cama. La luz en la habitación era tenue, pero lo suficiente para verla.

¿Que tenía de especial?

Cada deseo que se pedía llegaba a él con su futuro, cuando esta chica pidió su deseo a diferencia de los demás deseos, ella ya lo tenía, tenía todo. Todo lo que cualquiera quisiera desear. Una familia, un hijo, unos amigos, una estupenda relación con sus padres y unos suegros que la amaban como si fuera su propia hija. Sin mencionar que su esposo era dueño de una empresa y ella tenía un excelente trabajo.

Los ojos del dios gatuno brillaron en pensamientos.

Vio que la chica se durmió después de un tiempo.

Hace mucho tiempo que no había concedido un deseo. Pero esto sería diferente, porque no sería un deseo, sería más... Una ayuda.

Quizás estaba siendo demasiado entrometido, tal vez debería dejar que todo siguiera su curso, pero, aún así sus ojos con la galaxia en ellos brillaron intensamente. La habitación se iluminó con una luz dorada.

Una vez hecho eso se marchó. Su colá se movió de un lado a otro, su cuerpo se sentía extraño, tal vez, era emoción. Hace mu ho tiempo no se sentía así.

Dentro del departamento no había nada diferente, el cuerpo de la chica aun estaba allí, solo se notaria la diferencia cuando cierto alguien se despertará.

¿Qué sucedería a continuación? Estaba curioso por saber. Muy curioso, su rostro peludo reflejo una sonrisa gatuna.

Al día siguiente una mañana del 5 de Enero del 2012 un persona abrió los ojos, pero nada le pareció familiar. Esa persona era Megan, despertando en el futuro.

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🌼一Historia Corta.