En el Universo de Marvel, los héroes de la Tierra, luchaban ferozmente y con valentía contra los villanos, pero, todos cayeron luchando, excepto Spider-Man, que en el último suspiro, logró llevarse a los villanos junto a él, hacia otra realidad, evi...
En el apartamento, donde se alojaban Peter y Diana, ambos estaban pasando el rato con su vecina, Julia Kapatelis. Una mujer muy agradable, quien se encariñó mucho con Diana, y Diana pudo ver una imagen de madre en el reino de los hombres, al mismo tiempo que le contaba todas las anécdotas que tuvo con su tía Antíope. Diana estaba de lo más feliz, queriendo saber más de ella.
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Peter al verla, no pudo evitar sonreír y recordar a su tía May, y a todos los años que pasaron juntos. -Bueno Diana, es hora de que ambos nos inscribamos en el instituto- dijo sonriéndola, viendo el reloj. -Hasta pronto Julia, espero volver a vernos- dijo muy feliz. -Hasta pronto Diana. Peter, espero que la cuides en todo momento- dijo sonriendo. -Descuida, aunque creo que eso no será necesario, por lo asombrosa que es- dijo sonriendo.
Diana se sonrojó por las palabras de Peter, al mismo tiempo que Julia sonreía, pensando en que ambos harían una pareja estupenda. Cuando ambos caminaban por las calles, hasta llegar al instituto, Peter preguntó por la dirección hacia el despacho del director. Cuando llegaron, se presentaron ante él entregándole todos los papeles, ambos fueron inscritos al instituto, junto con las hojas de sus clases.
Al entrar en la cafetería, ambos se sentaron juntos disfrutando del momento, hasta que oyeron el ruido de unos espaguetis chocando contra la cara de alguien. Después de eso, se desató una cadena de lanzamientos, hasta que una joven pelirroja se puso encima de una mesa y gritó. -¡Guerra de comida!- exclamó entusiasmada, al mismo tiempo que todos los alumnos participaban en la batalla.
Diana se sintió confundida, al mismo tiempo que Peter la mantenía alejada del peligro. -¿Que ocurre aquí?- preguntó confundida. -Es algo muy común en los institutos de este país. No tienes que participar si quieres- decía Peter esquivando la comida, sólo para resbalarse con la gelatina del suelo, preocupando a Diana, para luego ser rodeado por cinco chicas.
Diana se preocupó, y también se sintió algo molesta sin saber por qué, al mismo tiempo que le lanzaban comida, y unos restos, se le metieron dentro de su ropa comenzando a molestarla. Parecía que todo iba a más, hasta que llegó el director ordenando que parasen, al mismo tiempo que enviaba a Peter y las chicas a detención, incluida Diana. Cuando entraron en el aula de castigo, Peter suspiró por estar castigado por primera vez.
-Mi primera vez en la aula de castigo- dijo cansado, al mismo tiempo que su cabeza golpeaba el pupitre. -Espero que tengáis buenos abogados- dijo una joven peli morada. -¿Para denunciarme que tengo mejor puntería que tú?- Preguntó una joven rubia. -¡Sabía que habías sido quien había tirado las patatas!- la recriminó al instante. -No empecéis a pelearos otra vez- dijo una joven castaña intentando poner orden.
-¡Tu lanzaste más comida que nadie!- dijo la peli morada enfadada. -Em, por cierto, si he molestado a alguien, os pido perdón de todo corazón- dijo una joven castaña muy tímida. Al instante, la puerta se abrió teniendo la atención de todas. -Al parecer tenéis a alguien más, pero tuvo que estar en los vestuarios por un pequeño infortunio- dijo el director seriamente.
