Este capítulo está dedicado a la persona que mejor me conoce, mi mejor amiga, mi confidente y la primera persona que leyó este libro. Mya, gracias por enamorarte de mis personajes, de decirme cuánto odias a ciertos personajes, por decirme que jamás me rinda. Te quiero, tonta <3Jess
A veces me dejaba divagar en los ojos de Lila. Sus ojos color entre verde y azul, mezclados, bonitos. Me gustaba perderme en sus pupilas negras que resaltaban en sus ojos claros. En sus pestañas rizadas y largas de color castaño. Me gustaban sus ojos, joder, me gustaba todo de ella.
Y en ese momento en el que estábamos sentados frente a frente sobre el pasto, por alguna razón, se veían más hermosos que nunca. Más brillantes y claros con la luz dándole directamente. Todo de ella era perfecto, lo juro. Y puede que no sea la chica más hermosa o preciosa para ti, pero, por lo menos para mí era la chica de mis sueños.
Bajo mis ojos era la chica más hermosa y perfecta que podía existir. No tenía defectos. Tan simple, pero tan misteriosa al mismo tiempo. Tan callada, pero tan risueña al mismo tiempo.
Jamás había entendido muy bien por qué la gente decía que el primer amor era el más doloroso, ahora lo entiendo. Ni tampoco entendía por qué decían que sentir mariposas era la cosa más maravillosa que puedes experimentar, ahora lo entiendo.
Ahora entiendo qué es sentir ese escalofrío cuando esa persona te mira. Esas maripositas cuando tocas a esa persona. Todo eso debes apreciarlo, porque no con todos lo puedes sentir. A veces es cierto que amas a una persona más que a otra, y no es como si podamos evitarlo. A veces solo... sucede. Solo te enamoras de alguien profundamente y no puedes dejar de sentirlo solo porque sí.
Y en ese momento teniendo a Lila frente a mí, entendí todo. Y, quizá no era para siempre, pero vaya que quería disfrutarlo. Porque nada es para siempre, nada. Todo en algún momento tiene que terminar, nos guste o no. La vida es parecida a una noria, una noria que sube y sube hasta que estás en el punto más alto, y usualmente ese punto es algo precioso. Algo inigualable. Pero después viene la bajada, que no siempre es bonita, que a veces trae peleas y distanciamientos entre personas que pensabas que iban a durar juntos toda la vida, pero no. Porque, así de rápido como algo empezó, así de rápido puede terminar.
Solo que ese recorrido puede durar días, meses, años, o puede durar tan poco tiempo que en un pestañeo termina. Si algo he aprendido es disfrutar de todo. Aunque sea la cosa más mínima del mundo, solo disfrútala. Porque esos momentos, recuerdos y cosas son las que en un futuro importan demasiado.
—Quédate conmigo — susurré.
—¿Qué?
—Quédate. No vayas a casa, no todavía por lo menos. Solo... no quiero que esto termine — confesé en voz baja.
Ella me miró en silencio. Relamió sus labios y solo me miró. Y justo cuando pensé que iba a negarse, dijo lo contrario de lo que estaba pensando.
—Está bien, me quedaré contigo.
—Gracias.
Nos tumbamos en el pasto, nuestros brazos tocándose sin descaro alguno. No sé por qué, pero siempre que eso pasaba, o que Lila hacía algún ademán de tocarme mi corazón se aceleraba y latía desbocado en mi pecho. Era parecido al sentimiento de adrenalina cuando te subes a una montaña rusa y bajas a toda velocidad. Y me gustaba, demasiado.
—¿A veces no tienes el presentimiento de que todo lo que tienes planeado se va a ir al carajo? — preguntó en un susurro.
—A veces — confesé —, pero eso no siempre es malo. ¿Cierto?
ESTÁS LEYENDO
Un sueño
Teen Fiction«Un sueño» esas dos palabras que nos describían tan bien. Algo tan fugaz, tan corto, pero que fue algo precioso. Justo como un sueño... Nuestro sueño. Borrador 2021.