Synesthesia.

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Mi cabeza dolía y mi cuerpo se sentía pesado, me habían preparado un baño con hierbas, me serviría para desalojar toda la mala energía de mi cuerpo y me ayudaría a destensar mis músculos, mis acompañantes me esperaban en las aguas termales que eran para mi uso exclusivo, caminé con una delgada túnica de seda en mi cuerpo, cuando llegamos la dejé caer y me sumergí en el agua caliente, Tala una mujer corpulenta, alta, de piel negra ojos verdes y con trenzas colgando se acercó a mí, pasando algunos cristales y hierbas a mi alrededor y Urika un joven bajo corpulento al igual que Tala, de cabellos ondulados y ojos gatunos pero con la cara de un niño comenzó a lavar mi cabellera el baño fue ameno, me quitó toda la pesadez me sentía mucho mejor.

Me vestí con el suave algodón y salí a correr un rato por el bosque, hasta que escuché la llamada del cuerno, así que me regresé al palacio, vi a mi tía la cual me jaló del brazo apurada, ordenando que me vistieran de manera apropiada y maquillaran, también que me peinaran estaba sumamente confundido, me llenaron de joyas doradas, decorando mi rostro con puntos pequeños de colores turquesa y blancos, líneas finas e mi nariz y una sombra de color rojo, me perfumaron con lavanda y me llevaron de nuevo con ella.

-Tía ¿qué está pasando?- Espeté.

-Lo lamento muchísimo Caron, hice lo posible para que este momento no llegara, tu padre trató de asesinar a tu madre y huir con la fortuna, así que cuando estábamos cazándolo para ejecutarle, hizo trato con un monarca ofreciendo a su primogénito como concubino, después de ejecutarlo tratamos de romper el trato, pero aquel hombre nos juró guerra y sangre si hacíamos, el día llegó, es un sacrificio que debes hacer por los tuyos.-

No supe que decir o hacer, mi sangre se llenó de furia, mi padre era un maldito traidor bastardo que sacrifico a su sangre para salvarse a sí mismo, lo cual ni si quiera hizo bien, no sé a qué tipo de pervertido me ofreció, aún soy muy joven como para ser un concubino, siempre después del estudio voy a jugar y a correr al pueblo, ni si quiera he besado a alguien y planean que me acueste con ese hombre. -¡no es justo! Me dan como si fuese un objeto, sin pensar en lo que siento, soy el soberano de este reino, el heredero al trono, no un esclavo sexual, lo haces para quedarte con el trono ¿no es así tía? De qué sirve una corona cuando está sucia, todo aquel que me deshonre pagará.-

-¿y qué harás? Durante 16 años te he cuidado día y noche, te he educado, alimentado y vestido, pero solo eres un niño malcriado que quiere más y más, los mejores años de mi vida los di en ese niño hermoso que sería un gran gobernante, pero resultó ser uno mimado, malagradecido, por favor eres demasiado inmaduro como para cargar con todo un reino, si no te vuelves el concubino de ese hombre masacrarán a la gente que tanto dices amar, eres un egoísta, algún día regresarás y reclamarás tu corona pero no ahora, cuando estés listo podrás vencerme, ahora ¡llévenselo!- ordenó la mujer viendo con dolor camuflado de indiferencia a su sobrino, los guardias tomaron a Caron por los brazos para luego maniatarlo, metiéndole en una embarcación durante el viaje le alimentaron y dieron de beber, el reino era cercano al suyo y aun así no sabía de él, luego le subieron a un animal pero estaba tan cansado que no sabía cuál era.

Al despertar era de noche y el cielo estaba estrellado, aunque no se veía tan bonito como en mi tierra, pude vislumbrar estatuas colosales y una estructura longitudinal, entré por una puerta trasera, donde los sirvientes me tomaron de los brazos de nuevo, perfumándome, para después lanzarme a un salón donde apareció mi captor; un hombre corpulento de piel morena más clara que la mía, pero más bajo de ojos verdes y facciones duras pero afiladas y algo finas, vestía un brial una sonrisa cáustica se formó en su rostro, se agachó pude ver ahora con claridad su cara tenía entre 35 y 40 años, este me tomó del mentón.

-Mira que criatura más preciosa ha llegado a mi eres una rareza, y tan joven... cuando tu papi te acordó yo tenía 21 años, la espera valió la pena, eres un tesoro, vamos no estés triste si te comportas seguirás siendo el niño mimado de siempre, seré bueno, ninguno de mis amantes se queja.- Ardía de rabia, quería golpearle, aunque solo ladeé el rostro, sin responder a nada. -Nunca te lastimaré, ni maltrataré, solo tienes que ser obediente, no es tan difícil.-

Bedwyr Travel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora