"Yo muero extrañamente...No me mata la vida, no me mata la muerte, no me mata el amor; muero de un pensamiento mudo como una herida"
Delmira Agustini
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CAPÍTULO 1: Jazz, Blues, Martinis y 11 de septiembre
CANCIÓN: "Chet Baker - Time After Time"
Aquella noche estaba helando. El frío era invernal como para recibir calor en los brazos de un amante, de un amor o de un buen caballero. Esa noche, era noche buena pero no tan buena para mi. Para ser exactos e ubicarlos en tiempo y espacio, eran las 12:30 AM, de la media noche del 25 de diciembre del 2001. Estaba en New York, en el Midtown de Manhattan, que queda ubicado en el centro de la isla de Manhattan, donde se encuentran la mayoría de los rascacielos de esta cosmopolitan ciudad.
¡AHHH MI AMADA NEW YORK COMO LA VOY A EXTRAÑAR! - Pensaba.
Me encontraba en el bar "The Sky Is Crying Club" un bar y rastaurante nocturno donde ponían buena música, tocaban Jazz y Blues en vivo, nuevas, pero exquisitas bandas emergentes del centro de la ciudad, esto era una actividad muy neoyorkina. Cuando digo que ponen buena música me refiero a artistas legendarios del blues y el jazz de la historia norteaméricana, como lo son: Etta James, Billie Holiday, B.B. King, Nina Simones, Chet Baker, Jimi Hendrix, Gary Moore, Peter Green, etc, etc. Nueva York era y es por supuesto la meca del Jazz y el Blues.
Pero yo esa noche me encontraba ahogando mis penas y mi despecho en el alcohol, Martini tras Martini. Afuera estaba nevando. Yo estaba bien abrigada con mi suéter y sobretodo Chanel, mi largo collar de perlas alrededor del cuello y con mis botas Gucci para la nieve. Devastada por dentro pero siempre con estilo. En el local acababan de colocar una canción de Billie Holliday que me encantaba, titulada "i'll Be Seeing You". Una banda se preparaba para tocar en el escenario del rincón del bar; cerca de la barra del local. El lugar tenía un ambiente bien agradable, con la cantidad justa de personas, se escuchaban charlas y risas amenas. Dicho bar, expresaba una decoración victoriana con complejos trabajos de mosaicos por las paredes del local representando famosos momentos del Blues y el Jazz, mesas de mármol, sillones curvos de cuero, sofás vintage y una hermosa y gran chimenea que se encontraba encendida en vivas llamas de fuego por el invierno. La pieza central del club es una barra de caoba del siglo XIX, donde bartenders en chaleco revuelven y agitan recetas antiguas, martinis, cócteles y bebidas de todo tipo (Tanto clásicas como nuevas); servidas en cuencos de cristal dignos de la realeza.
Las penas que ahogaba en alcohol es que esa noche, quería embriagarme tanto hasta perder el miedo a suicidarme. Ahogaba en alcohol, el hecho de que mi prometido y futuro esposo acababa de fallecer hace 3 meses en el atentado terrorista de las torres gemelas del 11 de septiembre. Saltó de una de las torres un poco antes de que explotara y se derribara el edificio. Lo hizo mientras conversaba conmigo por teléfono y se despedía de mi, bueno nos despedíamos. Yo solo me quedé impactada con el teléfono en la mano desde nuestra casa, se me salían las lágrimas, me quedé en mute aproximadamente por 1 hora sin hacer nada. El televisor de la sala se encontraba prendido con las noticias y lo único que se podía escuchar era el estruendo de la destrucción de las torres y al periodista narrando la noticia en desarrollo en aquella tétrica caja mágica del horror. Acto seguido, me desmayé y me desperté en el hospital horas después, donde me habían realizado un aborto de emergencia porque gracias a la impactante noticia de la reciente muerte de mi prometido, había perdido a mi hijo que venía camino al mundo cuando yo solo tenía 4 meses de gestación. Había perdido a mi futuro esposo y a mi futuro hijo. Perdí mi futuro, perdí al amor de mi vida (Ambos en un solo día) ¡PERDÍ TODO!... Perdí la esperanza y el amor que me quedaba.
Mientras recordaba todo mi dolor. Disfrutaba pacíficamente de la música. Prendí un porro para distorsionar más mis sentidos, me paraba, iba al baño, me metía unas cuantas líneas de coca. Estaba modo autodestructiva aquella noche. La banda empezó a tocar agradablemente, me paré a bailar sola mientras lloraba y agarraba mi copa. Solo eramos la música, los Martinis y yo. Luego un guapo y agradable muchacho me invitó a bailar una hermosa pieza de jazz de Etta James que llevaba por nombre "At Last" . Por supuesto acepté y bailamos. Luego fui a vomitar un poco en el baño y decidí irme del Club Sky.
Agarré mi cartera Dior, me puse mi pasamontaña Hermes para el frío y mis guantes de cuero Chanel. Todo mi oufit era de color negro porque recuerden que estoy de luto. Salí a la calle donde se podía visualizar la hermosa arquitectura de Manhattan mientras caían copos de nieve del cielo. Iba a coger un taxi pero preferí caminar para relajarme y así proceder con lo que me había decidido hacer hace días. Por suerte una dama refinada y costosa no camina por las calles de New York desarmada. Llevaba un arma, un Revólver Kora cromado en mi Dior; modelo: BRNO S5217, calibre 22 de 8 tiros. Por si a algún delincuente, pervertido o degenerado se cruzaba en mi camino.
Yo me llamo Katherine Bennet pero me dicen Kat. Soy blanca con un hermoso bronceado. Mi cabello es lacio y rubio, estatura de 1,78 m, ojos azul-verde (Cambian de color según mi estado de ánimo: azul cuando estoy animada o feliz y verde cuando estoy molesta, triste o melancólica). Tengo cara redonda, fina, delgada, estilizada y angelical. Senos redondos. Mis labios son medio carnozos y tengo 27 años de edad. Me dedico a ser escritora de famosas obras de teatro, guiones de capítulos para series de televisión para la cadena NBC e incluso escribo en una columna sobre arte, teatro y literatura en la revista Vogue.
Pero desde el 11 de septiembre el universo me quitó al amor de mi vida, no lo volveré a ver jamás y ¡NO SOPORTO ESA IDEA! ... Mientras caminaba por la Sexta Avenida y me dirigía a la Quinta Avenida de aquellas calles abarrotadas de personas felices, abrazadas, viendo luces y adornos de navidad, solo quería salir corriendo. Se me salían las lágrimas mientras caminaba rápido y me fumaba un cigarrillo. Solo pensaba en dos cosas por hacer antes de que se terminara esa noche: BUSCAR UN CHICO ARDIENTE AL CUAL FOLLARME Y LUEGO QUIZÁS METERME UN TIRO O SALTAR DE ALGÚN PUENTE DE LA CIUDAD DE MANHATTAN ¡AQUELLA NOCHE YO ACABARÍA CON MI VIDA SIN DUDARLO! ME ESTABA DANDO LOS ÚLTIMOS PLACERES; MIENTRAS CAMINABA GLORIOSA Y RÁPIDAMENTE HACÍA LA MUERTE.
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EL CHICO DE LA 5ta. AVENIDA
Historia Corta¿Preparados para una oscura, macabra y romántica historia en la ciudad de New York? Kaherine Bennett (Kat) es una prolífica escritora de famosas obras de teatro y columnista de la revista Vogue; sobre artículos de arte y literatura. Nuestra chica c...