CAPÍTULO 2: El Chico de la 5ta. Avenida

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"El misterio del amor es mayor que el misterio de la muerte"

Oscar Wilde

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CAPÍTULO 2: El Chico de la 5ta. Avenida

CANCIÓN: "Widowspeak - Harsh Realm"

Solo caminaba, caminaba, caminaba y caminaba. Prendí otro porro, fumaba más cigarros y me encontraba muy elevada. Veía como pasaban las personas a mi lado en cámara lenta al igual que aquellos taxis color amarillo que caracterizaban tanto a New York. Me metía a los callejones para inhalar una que otra línea de coca. Estaba descontrolada y también ebria.

Caminaba sin rumbo, solo sabía que me encontraba en la Quinta Avenida (En la sección de la avenida entre la calle 34 y calle 59). Me dieron ganas de llorar y pegue mi frente contra una pared. Estaba desesperada y llorando, eran las 2:30 de la madrugada. Las calles estaban casi desiertas. Por lo tanto nadie se acercaba a preguntarme qué me sucedía.

Continuaba caminando y llorando. Solo buscaba el lugar perfecto para quitarme la vida. Se me venía a la mente a mi pobre Andrew (Drew) saltando de aquella ventana del piso 90 del World Trade Center. Lo veía claramente en mis pensamientos cayendo por los aires y eso me causaba más ansiedad. Cuando me di cuenta estaba casi trotando, desorientada, muy drogada y con mi instinto suicida más activo que nunca, esperando para devorar mi alma.

¡Sí debía saltar igual que Andrew! - Pensaba, tenía ese pensamiento frenético.

Traté de calmarme un momento, paré de caminar. Me detuve para buscar en mi cartera un maldito cigarrillo y así fumármelo. Estaba cayendo más nieve. También hacía un maldito frío de mierda ¡OBVIO ERA INVIERNO IDIOTA!... Mientras sacaba mi encendedor Zippo para prender el cigarro, me di cuenta que estaba en toda la entrada de un parque de diversiones de tamaño mediano. El parque estaba cerrado pero estaba todo iluminado como un nacimiento, cada juego y cada atracción; era como una pequeña ciudad divertida y encantada en medio de la nieve. Para completar, la entrada del parque era la cara de un payaso gigante hecho en cartón, plástico y yeso. La cara del payaso era diabólica y parecía que me estaba mirando ¡ODIO LOS PAYASOS, Y NO ES FOBIA, LOS ABORREZCO!

Terminaba de prender mi cigarrillo y culminé de ver con odio al gigantesco payaso, porque sentía que me veía con cara de reto y de juzgarme. Pero bueno qué te puedo decir, estaba muy drogada, no estaba en mis cabales. Mientras me fumaba el cigarro me di cuenta que el parque estaba al lado de un puente y el vacío era una autopista donde pasaban cientos y cientos de carros. Había encontrado el lugar perfecto para saltar.

CANCIÓN: "Still Corners - Sad Movies"

"Sí este puente es el lugar perfecto" -Pensé. Ahora con mi cigarro en mano me acercaba al puente lentamente y veía el vacío. Sentía como las manos me sudaban, aún con el frío infernal que estaba haciendo. Todo el cuerpo lo sentí débil mientras sentía el vértigo de ver al vacío del puente e imaginar estar suspendida cayendo en el aire y acto seguido mi cuerpo impactara contra el asfalto helado y peor aún; luego pasara un auto por encima de mi cadáver. Era una altura considerable y sin duda sería una muerte dolorosa.

EL CHICO DE LA 5ta. AVENIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora