One-shote(s) - Butters - South Park

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[Stan x Butters]

Un lindo joven de pelo negro miraba con sus ojos azules a la nada tal vez esperando a que su cuerpo de su señal de que ya había reaccionado por completo, que su cerebro sabía dónde estaba pero no sabía quién era, su existencia sin respuesta estaba en el mundo real y no en un sueño, que sus articulaciones podían moverse aunque no quisiese, que sus cuerdas vocales podían articular palabras; las bolsas café con morado bajo sus pestañas pedían a gritos dormir a las pupilas pero estas estaban de igual manera cansadas, el dueño de estas mueve sus rodillas y camina al baño de manera casi automática, sus pies tenían contacto directo con el piso frío, normal en el pueblo cubierto de nieve, cansado hace su rutina monótona de todos los días.

Por otro lado estaba el rubio de tez blanca, discriminado por su padre al tener una tan hermosa y femenina cara con miedo de que sea "diferente", tal vez se veía reflejado en su hijo, miraba a través de sus ojos sus miedos y angustias que paso y ahora hace a escondidas lo que tiene miedo gritar pero de alguna u otra forma lo llenaba de envidia y alegría ver a su hijo proteger su pensar, que él si no le importa lo que digan los demás, inclusive sus propios padres.
El pequeño rubio se levanta agotado mentalmente mientras su cabeza maquinaba ansiosa de lo que se debía hacer ese día, cosas monótonas que sin duda le alegraban sus días, cosas simples que lo mantienen distraído.

𓂉

- Ho-hola chicos.

- Hola marica.

- Hola Butters.

- Hola.

- Hola.

El ojos azules y único pelo negro del lugar en ese momento mira al pequeño ser que actualmente lo llenaba de felicidad y tranquilidad, sus charlas se habían intensificado gracias a una pequeña oportunidad que tuvo para conocerlo aunque fuese un libro abierto, nunca se llegaba conocer a fondo a una persona. Sus ojos perezosos que pedían ayuda miraron los ojos celestes que gritaban en silencio se cruzaron y luego voltearon a otro lugar ignorando su petición de ayuda, con vergüenza de no poder hacer nada y no tener ganas de ayudar pero al mismo tiempo sabiendo que añoraba la ayuda del otro, que pena por esos dos, en ese milisegundo se gritaron tantas cosas.

"Nunca me amaré"
"¿Me amarías?"
"Ya no quiero estar rodeado de gente"
"Ayúdame"
"Deja de ignorarme"

𓁹

Un cierre siendo bajado, cuerpos queriendo salir de su trance frío, labios presionados gracias a los pensamientos de culpa; todos esos sonidos eran uno solo y tenía solo un nombre, desastre.
Fue un baile con roces prohibidos y sensuales, tenues gemidos de liberación, algo que no podían callar, el placer siendo tan difícil de opacar y la tristeza siendo callada por el placer.
La boca semi rosada besando la parte prohibida de su .... ? .... una mano bronceada acariciando los hilos delgados de color oro y ahora el líquido del éxtasis daba un pequeño viaje por los labios de su provocador y luego choca con el aún helado suelo, el dueño del suspiro más largo de la habitación pudo olvidarse de su inexplicable soledad mientras su compañía se sentía amado, se sentía  algo útil fuera de estudiar, ser buen hijo y ser amigo, útil en algo nuevo. Hacer estos actos era complementar de uno y del otro de igual manera.

- E-estuvo genial...

Alago el de pelo negro al rubio, estaba totalmente satisfecho, su voz estaba sutilmente agitada.

- ¿Enserio lo hice bien? 

Pregunto el de menor estatura al de pelo negro con un aire inseguro como temeroso, se preocupaba en siempre hacerlo bien, sus delgados pies y sus rodillas aún reposaban sobre el suelo y gracias a las palabras y su nerviosismo empezaron a moverse inquietas con miedo de su respuesta.