Never let me go

Dylan

Llegó la hora.

Suspire una vez más y comence mi camino hasta que el torso de un jovén evito que siguiera. Levante la mirada y vi unos hermosos ojos azules, azul turquesa, su tono de piel era pálido, demasiado pero sus ojos eran iguales al color del mar y lo hacian resaltar.

-Lo siento, no mire por donde caminaba- se rasco la nuca claramente nervioso, algo demasiado tierno.

-Oh, no te preocupes, yo igual iba un poco distraida- le sonrei un poco para calmarlo.

Pasajeros de el vuelo 523 con destino a España favor de abordar el anden 10.

Ugh llego tarde

-Lo siento, es mi vuelo y no puedo llegar tarde- no le di tiempo para responder porque ya me encontraba corriendo hacia el anden. Pude ver como sonreia.

-SOY DYLAN!- Gritó el, sin voltear a verlo le respondí.

-BONITO NOMBRE, SOY KIARA- no esperaba que respondiera asi que no me senti mal al saber que no respondio.

Llegue justo a tiempo, agitada enpece a respirar entrecortadamente.

Maldita enfermedad del corazón.

Tome una bocada de aire y segui para buscar mi asiento número 6B empece a buscarlo y me di cuenta que quedaba en el pasillo, resople, odio ese lugar, el lugar que estaba a mi lado aún no era ocupado, faltaban 5 minutos para despegar, asi que me sente ahí, puse mis audifonos y cerre los ojos.

Desperte gracias a unos pequeños golpes en mi hombro abri los ojos y me encontre con un Dylan sonriente.

-Umh, ¿Hola de nuevo?, no quiero molestar pero estas sentada en mi lugar- dijo él y me mostro su boleto en el que claramente decia 5B

-¿No quieres estar en el pasillo?- dije esperanzada, el suspiro y asintio.

Chille de alegria y le di las gracias, algunas personas voltearon cuando escucharon mi gritito.

Estaba algo avergonzada por eso mire a los asientos hasta que unos ojos avellana me llamaron la atención. Me eran familiares.

Era Thomas.

Con una chica.

Riendo.

El la beso.

Sin quitar los ojos de mi.

Y yo simplemente me rompí.