El Trato

12 1 0
                                    

-¿¡QUÉÉ ESTÁS LOCO?!- le grité.

-Kiara, piensalo bien, y baja el volúmen por favor- suspire y me calme un poco. Seguro se preguntaran el porque estoy así, bien aqui vamos...

*Flashback*

Dylan me habia besado.

Santas vacas, ¿Qué carajos con esto? ¿Y ahora que hago? ¿Acaso nos casaremos?

Litetalmente violo mi boca al besarme sin permiso.

-¿Me vas a explicar que fue eso?-le dije al notar que Thomas y su encantadora novia soy toda "Pechos, trasero y nariz operada" durmieran. Dylan me dijo que me preguntaria algo y yo pensaba en que podria ser ¿asaltar el banco de Suiza? ¿Montar al mañana? ¿El vestido es negro con azul, o dorado con blanco? ¿Sexo salvaje o sexo oral?

Pero no sabia que.

Lo más probable es lo del vestido.

Ese jodido vestido de mierda yo lo veo blanco con azul.

Y no señores, no estoy ciega.

Ese vestido es más famoso que Justin Bieber.

No, el vestido no puede usar ropa interior y verse sexy, sensual, violable, azotable u alguna otra táctica del sadomasoquismo.

Oh por Grey. Creo que ya que que me quiere preguntar.

Y la respuesta es No.

No quiero.

No quiero ser su Anastasia Steel.

-¿Kiara?, ¿me estas escuchando?- Dijo Dylan claramente enojado.

-¿eh? ¿Qué?, no, no quiero ser tu Anastasia- lo dije tan rápido que dudo que me hubiera entendido, pero al parecer si escucho. Y no fue eso lo que me sorprendió, si no su respuesta.

-Pff, claro que no Kiara, NI SIQUIERA TRAIGO UN CONTRATO, aunque si quieres, podemos improvisar con la servilleta-alzo las dos cejas mientras movía no muy masculinamente la servilleta- además, tu, discúlpame pero no tienes nada de Sumisa... Aaal menos, que te dome, sip, eres como una yegüa indomable, ¡oh! ¡oh! Como esa película del caballo, uh ¿como se llamaba?, rayos, esa del caballo café que es atrapado y el indio lo doma... Ugh no recuerdo, pero ese no es el caso-. Dijo Dylan al darse cuenta de su desvió del tema.

Ese chico debía dejar de comer pastel, o dulces. Y darmelos a mi. Una madura adolescente.

Claro...

-Cierto ¿cuá es el caso?- le pregunte mientras sacaba un bote de nutella de mi bolsa.

-ah si, te decía, no quería que pensarás que quiero que seas mi anastasia, como te dije eres como una "yegüa indomable" además, mis ojos son azules, no grises, tú -me señalo con un dedo y me recorrió el cuerpo con la mirada- no, tu si estas bien, claro que no fui acosado por una pedó... ¿eso es nutella? ¿Me das?- y sus ojos brillaron como el gato con botas.

Era algo adorable y su pelo ligeramente despeinado. Es un amor.

-No-. Dylan hizo pucheros pero no dijo nada. Paso una mano por su cabello, sus labios se entreabrieron ligeramente y su mirada se veía perdida. Suspiro y volvio a mirarme, no se porque pero me sonroje.

-Ahora, Kiara- dijo adoptando una posición "seria"- escúchame bien, no quiero que protestes, por favor, solo presta atención - de repente, su rostro estaba triste, dolido, por lo que no proteste- Ese chico de allá, Thomas, hace un año el y yo eramos los mejores amigos, eramos tan iguales y tan diferentes a la vez, no íbamos a ningún lado sin el otro, hacíamos todo juntos. El me había hablado de una chica llamada Kiara... Me mostró una foto tuya, asi que cuando choque contigo, ya te conocía, el me había hablado mucho de tí. Me hablaba de esa chica especial, a la que amaba, la chica por la cual dejaría todo. Una noche llego llorando... Lo habías dejado y él estaba destrozado, se emborracho como nunca lo había hecho, se metió con tantas mujeres que temo que tenga sida, y él cambio. No era el mismo Thomas del que era mejor amigo, el chico que tú conociste ya no existe. Se metió en muchos problemas. Yo estaba saliendo con una chica, la amaba - a estas alturas, sus ojos ya estaban cristalizados- era hermosa, pero era una puta, no tenía dignidad ni respeto por si misma, pero logro cautivarme, logro robar mi corazón. Como dije, Thomas había cambiado, una noche los encontré juntos, en la cama. Después de eso no he vuelto a hablar con ninguno. Y hoy llego choco contigo, encuentro a mi ex-mejor amigo y a mi ex-novia en el mismo avión. Quiero hacer que Thomas pague Kiara, piensa en lo que te conté, después te diré mi proposición-. Dylan nego con la cabeza al acabar su historia y se puso los audífonos.
Joder, vaya.
Thomas cambio demasiado, por mi culpa. El estaba siendo lo que dijo que nunca seria. Gracias a mi.
Y Dylan, el no merecía eso.
La mitad del viaje estuve pensando en todo lo que me conto Dylan... ¿por que contarmelo? ¿que quiere de mi?
Esas preguntas se quedaron en mi cabeza hasta que caí en un profundo sueño.

Never let me goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora