Capítulo 1

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Era la hora del entrenamiento. Me levanté de la cama y me puse el uniforme: Camiseta de tirantes negras y pantalones largos negros. Simple, sencillo y aburrido. Lo que le daba un toque especial era todas las armas que tenía que llevar pegadas al cuerpo: dos cuchillos en los laterales de mi cadera, un arco a la espalda y una espada en la mano. Exactamente lo que tenía que ponerme cada día, sin falta.

Nacer en un pueblo de asesinos es bastante difícil, y más cuando odias este lugar. Vivimos en un pueblo llamado Satir, a bastantes kilómetros de los humanos. Nuestro pueblo está situado en el bosque. Somos mil habitantes. Nuestras casas son pequeñas pero nuestros campos son inmensos para entrenar. 

Desde siempre nos hemos dedicado a esto. Protegemos nuestra zona y si se acerca alguien acabamos con su vida. Y si no se acerca nadie, nosotros vamos a por la víctima . Lo hacemos porque es lo que dicen las antiguas escrituras: cuanta más sangre derramemos a lo largo de nuestra vida, más poderosos seremos. 

En la mayoría de los casos matamos humanos, aunque otras veces a seres que viven muy lejos de nosotros. Son criaturas extrañas, mágicas. Nunca los he visto con mis propios ojos, solo los jefes de mi pueblo: Mi padre y su hermano.

Tras ponerme el uniforme salí de casa. Todos me estaban esperando. 

- ¿Lista para matar a una pobre niña sola en el bosque?. - Dijo Oliver entre risas. 

- Cállate, Oliver. - La realidad es que odiaba matar. Odiaba a mi pueblo, a su gente y a mi familia.  Odiaba existir en este mundo de locos. Pero era un secreto que cada vez me costaba más esconder. 




El vuelo de las almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora