Dos

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Me fui a casa pensando en lo sucedido, algo asustado y preocupado por Jungkook y Hana, pero fuera de eso aliviado al saber que nos volveríamos a encontrar.

Y así fue, sucedió como lo planeado; el siguiente día nos encontramos en la pequeña casa del árbol a las afueras de la mansión un lugar bastante acogedor y el indicado para las reuniones. June había preparado una variedad de platos que se veían bastante apetecibles: pequeñas tartas de frambuesa, pastelitos, galletas, entre otras cosas. Éramos ella y yo en aquel lugar, charlando de cosas que no logro recordar con claridad mientras esperábamos la llegada de Hana y Jungkook.

Pasó un día y ellos siquiera daban señales de vida, pero June y yo seguíamos con la rutina de siempre; ir a la casa del árbol a las 4.30pm. Todos los días eran igual, los aperitivos siempre eran deliciosos y el lugar siempre estaba arreglado, no perdíamos la esperanza de que en a
alguna ocasión Hana y Jungkook cruzaran por esa puerta. Tres días, tres habían pasado en ese entonces.

—Lamentamos la demora. Tuvimos algunos problemas en casa.

Hana se asomó por la puerta, subió las escaleras y terminó por sentarse en el suelo, llevaba un bonito vestido y su cabello recogido atado con un lazo; bastante adecuado para la ocasión. Le siguió Jungkook quien entró después de ella y tomó asiento a un lado mío, se veía tan apuesto y desarreglado a la vez, era algo difícil de explicar. Simplemente era Jungkook siendo Jungkook.

—Hola Taehyung. Me alegra verte. —Murmuró con tal de que yo fuese el único en lograr escuchar. Y sin poder contener la emoción lo atrapé en un cálido abrazo.

—Taehyung y yo estábamos preocupados. En realidad él no dejaba de hablar de Jungkook. —June tomó una fresa y después de lanzar una sonrisa ladina y levantar sus cejas se la metió a la boca.

—Eso es meramente cierto. La verdad es que me sentía preocupados por amb-

—Pero por Jungkook más. —June interrumpió de nuevo y esta vez soltó una carcajada haciéndome reír al mismo tiempo. —Hana, vamos a recoger flores para adornar tu cabello. —Continuó ella tomando un par de fresas más entre sus manos, y después de morder la punta de una de esas se levantó de su lugar y tomó la mano de aquella chica entrelazando sus dedos y al fin saliendo de escena.

—¿Es verdad que me extrañaste hyung? —Jungkook enredó un mechón de su cabello en su pulgar y me miró con una pequeña sonrisa.

—En verdad te extrañé Jungkookie.

Tomé su mentón y con mi diestra aparté los oscuros cabellos que cubrían sus ojos, peinando estos hacia atrás dejando ver aquellos brillantes orbes. Pero me llevé un susto y sentí mi estómago revolverse en preocupación cuando noté una prominente mancha morada rodeando el ojo de aquel muchacho; tenía un hematoma bastante notorio, y después de apreciar su rostro con más detenimiento noté uno más pequeño sobre su nariz y otro en la comisura de sus labios.

—Mi padre lo hizo aquel día después de la fiesta. Estoy bien, no fue nada. Dijo que era una vergüenza para la familia y que tenía que comportarme como un hombre. —Suspiró y tomó mi mano para apartarla con cuidado de su rostro.

—Jungkook lo siento tanto. Debí hacer algo y protegerte. —Mordí mi labio inferior cuando aquella posible escena de Jungkook siendo lastimado pasó por mi mente. Me sentía fatal, tenía la necesidad de protegerlo, quería protegerlo.

—No es tu culpa Taehyung. Sólo olvidalo.

Me sonrió y volvió a tomar mi mano con la suya, la levantó a la altura de su pecho y sin dejar de verla la colocó sobre su propia mejilla haciendo que su rostro acariciara mi palma como si de un pequeño gatito se tratase.

⇢ ɴᴇᴠᴇʀ ғᴏʀɢᴇᴛ ʏᴏᴜ ──⭒ 𝒕𝒌. 𝙰𝚄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora