⇢ ɴᴇᴠᴇʀ ғᴏʀɢᴇᴛ ʏᴏᴜ ──⭒ 𝒕𝒌. 𝙰𝚄

Tres

La situación fue inesperada, confesé mis sentimientos a Jungkook pocos días después y él me correspondió, al principio sentíamos un poco de timidez cuando nos veíamos pues no estábamos acostumbrados a ese ambiente. Por otro lado Hana y June parecían llevar las cosas demasiado bien, por supuesto, esas chicas estaban tan enamoradas una de la otra.

—¿Tengo chocolate en la mejilla? —Jungkook se dirigió a mi cuando terminó de comer el helado que poco antes habíamos compartido. —Es vergonzoso, no puedo ver mi reflejo ahora.

Sonreí cuando sus mejillas se sonrojaron y limpié la comisura de sus labios con una servilleta, después dejé un corto beso sobre su frente y continuamos caminando.

Y así pasaron los días, una semana, después un mes, y sin darnos cuenta ya habíamos cumplido un año de novios. Sobrellevábamos demasiado bien las cosas sin levantar sospechas de ningún tipo, pues Hana y yo fingíamos estar en una relación "—son la pareja perfecta.— decían —Sus hijos tendrán buenos genes"

A veces era incómodo pues tenía que tomarla de la mano en público, ser cariñoso e incluso, en muy pocas veces besara, en la mejilla, claro. En pocas palabras: actuar como una pareja normal. A Jungkook y a June no les molestaba en absoluto, en realidad ellos habían sido los de la idea.

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—¡Brindemos por nuestro primer aniversario!¡Y por el cumpleaños número dieciocho de mi amada! —Hana levantó su copa y bebió aquel líquido en ella, se tambaleó un poco y después de dejarse caer sobre la alfombra rió fuertemente.

—Maldición ya anhelaba llegar a los dieciocho —June sirvió poco más de vino en su copa y con el cuerpo tambaleando debido al alcohol tomó la mano de Hana haciendo que esta se pusiera de pie. —Vamos Hana, vamos a bailar. —Ellas rieron y caminaron con los brazos entrelazados hacia la otra esquina de la habitación, juntando sus cuervos y balanceandolos al ritmo de la balada.

—Taehyung...creo que estoy un poco ebrio. —Jungkook rió y colocó su mano sobre la mía, acariciando con sus dedos mi palma.

—El rubor en tus mejillas te delata. —Respondí y el suspiró ante aquellas palabras, formando una pequeña sonrisa en sus labios.

—Quiero besarte ahora mismo. —Murmuró y se levantó de su lugar para acercar su rostro al mío. Podía sentir su aliento cochar contra mis labios.

—¿Que te impide hacerlo?

Él sonrió y al fin juntó sus labios con los míos, al principio era un beso tímido pero nuestras lenguas se encontraron después haciendo que lograra saborear el vino en mi boca. Se sentía tan bien, como cada uno de sus besos, era tan especial.

—Ven, salgamos de aquí.

Jungkook tomó mi mano y me guió hasta afuera de la habitación, no sabía exactamente a dónde me llevaba, pero sin duda alguna lo seguiría a donde quiera que fuera. Caminamos a escondidas por los pasillos de la mansión hasta llegar a la salida; cruzamos un pequeño riachuelo y después de subir una colina llegamos al centro de la ciudad.

Estaba oscuro y despejado pues eran altas horas de la noche, no había ni una sola persona rondando las calles, eramos solo Jungkook, yo, y la luna.

—Desearía poder tomar tu mano así todos los días, frente a todas las personas, no me importa. —Dijo él mientras me llevaba finalmente hasta la fuente que decoraba el centro de la calle.

—Desearía poder decir a todo mundo que tu eres la persona a la que amo.

—Taehyung...te amo, te amo demasiado. —Jungkook tomó mi mejilla y juntó sus labios con los míos, esa vez se sintió tan suave y delicado como nunca antes. Su amor era tan cálido y sincero, no podía ocultarlo, estaba perdidamente enamorado de él.