Por el tono con el que George formuló la pregunta dio a entender que no le causaba ninguna gracia ver a ese hombre en la puerta de su casa.
-Bibi, ¿no ibas a elegir habitación? -dijo mirándola a ella, cosa que el tal Alaric también hacía.- Ve y enseguida subo yo para ver que cenamos.
Bianca solo asintió mientras le echaba una última mirada a ese hombre, empezó a subir escaleras y cuando estuvo segura de que nadie podía verla se escondió detrás de la pared para intentar escuchar la conversación. La situación era un poco rara, pocas veces había visto a su padrastro así de extrañado, el no era un hombre muy expresivo.
Y luego estaba aquel hombre, desde el momento en el que había sentido su presencia se sentía rara, no sabía describirlo. Tenía que reconocer que era un hombre muy atractivo más no era la sensación de atracción lo que ella sentía.
-¿Por que no me dejas pasar dentro y hablamos? - La voz ronca del castaño llegó perfectamente a los oídos de Bianca.
- Creo que no es un buen momento, Bianca y yo acabamos de llegar y estamos algo cansados. Cenaremos y nos iremos a dormir, mañana tenemos que terminar la mudanza. - A George se le notaba mucho que estaba dándole largas, y al parecer lo notaron todos.
-George si no es aquí, nos veremos por cualquier lugar del pueblo, y tarde o temprano hablaremos.
¿Era aquello una amenaza? No sabía por donde coger a ese hombre. No le parecía una mala persona, más nunca hay que fiarse de las primeras impresiones.
-Eso es lo que no entiendo, por que tengo que verte yo a ti en mi pueblo Rick. ¿Qué te ancla a aquí? ¿No has tenido bastante con todo lo que te ha dado Mystic Falls? ¿Te quedas a repetir?- Dijo George en un tono que empezaba a sonar molesto.
-Aunque no lo creas hay mas cosas que me mantienen aquí, y entre otras cosas si quieres, es de lo que quiero hablar contigo, George.
-Viendo lo visto tendremos mucho tiempo para encontrarnos y charlar, así que si no te importa, vete.
Por lo visto el hombre solo se giró para desaparecer por donde había venido. George cerró la puerta mientras soltaba un suspiro acompañado de un "no puede ser". Escucho los pasos de George dirigirse a las escaleras por lo que rápidamente salió en dirección a las habitaciones, ya debería de tener mas que elegida la habitación, por lo que con un vistazo rápido se metió en la que más le llamó la atención, no era la más grande pero era la única que tenía terraza.
-Bianca ¿Qué te apetece cenar?- Dijo George entrando por la puerta.
-¿Quién era ese hombre? -Contestó ella ignorando la pregunta formulada.
-Es un conocido de aquí del pueblo, nadie importante cielo.
-No parecía que fuera solo un conocido.
-Es lo que es. Y ahora dime, ¿Qué quieres cenar? Me muero de hambre, cuando veníamos hacia aquí me he fijado en un cartel en el que se anunciaban pizzas, seguro que las traen a domicilio.
Bianca frunció el ceño, ¿por que no le contaba quien era es Alaric en verdad? ¿por qué lo escondía? Se limitó a asentir por el ofrecimiento de la pizza y pasó a abrir una de las maletas. No le gustaba nada que le ocultaran cosas, y menos el, que no estaba acostumbrada a que lo hiciera.
-Pues voy a pedir una familiar de cuatro quesos y si consigo conectar la tele a la antena nos ponemos una de las películas basura que estén echando en cualquier canal. Baja cuando escuches el timbre cielo.
- Vale.
Cuando Bianca fue a cerrar la puerta pudo escuchar como George terminaba de bajar las escaleras. Se puso a analizar por primera vez su habitación. Estaba prácticamente vacía a excepción de una cama, había traído varios de los muebles de su antigua casa por lo que no habría problema con eso. Se dirigió a la puerta que daba a la terraza , no era muy espaciosa, pero estaba segura de que podría inventar cualquier sofá o mueble para pasar tiempo ahí. Las vistas eran bonitas y seguro que los atardeceres serían geniales. Empezó a mirar las zonas a las que daba su nueva casa, a su izquierda había un parque de tamaño considerable que en ese instante estaba vacío, era la zona que mas atracción tenía de las vistas hasta que miró al frente.
En un banco de una pequeña plazoleta estaba sentado el tal Alaric, parecía que estaba intercambiando mensajes telefónicos con alguien. Se dio el lujo de mirarlo con detalle ¿de que lo podía conocer George? no estaba muy segura de que pudieran ser familia pues no se parecían en nada, ¿tal vez un amigo de la infancia?
Era todo muy raro, George no solía ponerse nervioso con nada pero ese hombre con solo su presencia le había hecho temblar, lo que hacía que le llamara la atención aun más.
Hacía tiempo que nada la sacaba de esos pensamientos nefastos que pasaban por su cabeza, y ver que esto lo estaba haciendo hizo que abriera los ojos de golpe, salió de la terraza y se tiro en la cama, veinte minutos más tarde bajo a cenar sin conseguir ver la tele, por lo que antes de terminar el último bocado de la pizza ya estaba subiendo a su habitación, conectó su ipad con una música suave y bajita, y después se metió en la cama tapándose hasta arriba, tardó unos diez minutos en quedarse totalmente dormida, con un último nombre rondando en su mente, Alaric.
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¡Hola chicxs! Bueno de momento se que hablo un poco sola jajajaja, pero espero que esto vaya cogiendo un poco más de ritmo y os animéis a leer mi historia, se que Alaric no suele ser un personaje que atraiga (que no lo entiendo por que es 🥰) pero dejadme que os enamore de el con esta historia.
Un saludo, nos vemos en el siguiente capítulo
xoxo, salsadecheddax.
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Las Leyes de la Historia
FanfictionBianca Smith es una chica extrovertida de 19 años, su vida es una rutina de felicidad y bienestar, hasta que un desagradable suceso provoca la huida de su ciudad natal a la de su padrastro, George. Allí se dará cuenta de que no es una ciudad tan tr...