Capítulo 1: 𝙻𝕝𝚎𝐠𝑎𝚍𝕒

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10/12/21

— Ejem, e-este será el apartamento en el que estaremos — maldijo mentalmente cuando titubeó, a pesar de haber estado algunas pocas veces juntos, Nagito apenas le dirigía la palabra o una mirada, incluso, después de tratar de tranquilizarlo, (de lo que sea que hubiera pasado) aún podía sentirlo temblar en su agarre.

Dejó al albino sobre el sofá de la sala, se sentía demasiado cansado y lo único que necesitaba era dormir, (y comer) tenía algo de miedo de lo que pasara si dejaba a Nagito solo en ese estado, pero quería confiar en que estaría bien.

Se quitó el saco y lo colgó en el perchero de la entrada, dirigiéndose a la habitación, sería un problema que la cama fuera matrimonial, pero a la vez, era lo que era

El silencio del apartamento lo inquieta profundamente, pero prefiere darle su espacio a Nagito aunque dudaba que lo llamara en caso de que necesitara algo, asi que se levanta con prisa de la cama y acomoda las maletas cerca del armario. Camina con prisa hasta la sala para ver al albino sentado en el suelo, viendo hacia fuera, no se preocupa por la seguridad del chico ya que la ventana tenia seguro y dudaba que la alcanzara, sus zapatos hacen eco y nota el delgado cuerpo tensarse.

— Nagito, tranquilo — encorva la espalda y se acerca como si Komaeda fuera un animal salvaje, alzando la mano y arrodillándose en cuanto esta lo suficientemente cerca del suertudo, toca su hombro suavemente y masajea el musculo con el pulgar.

obvio, estaba teniendo distancia para no alterarlo, así que baja su mano hasta sentir los huesos de la columna y el omoplato.

Lo arruina.

— ¡No me toques, maldito enfermo! — el brazo anormalmente delgado lo aleja, no tiene fuerza, lo hace según lo que quiere Nagito, pero volviendo a repetir las palabras soltadas, la curiosidad y la tristeza lo invaden demasiado.

— ¿en...enfermo? Nagito, ¿A que te refieres? — vuelve a acercar la mano al rostro que palidece más al ver que acaricia la mejilla húmeda, ¿Nagito estuvo llorando? eso explicaría el porque su nariz y ojos están enrojecidos.

— N-no te interesa lo que me pasa, de todos modos, no te incumbe — se volteó al ventanal otra vez, dando fin a la "conversación".

Hajime cerró las manos hasta que se formó un puño tenso, aguantando las ganas de llevarse a Nagito a un lugar cómodo y hablar bien, pero a su vez sabía que debía darle su espacio, hace nada había despertado de su coma y no estaba en condición para que le metiera presión.

— Solo...llámame si necesitas algo — se limitó a suspirar y relajar su cuerpo, dando media vuelta para volver a la habitación, ordenaría todo, hasta sus pensamientos, tomaría el tiempo de Nagito para reflexionar de la situación y sacar algunas conclusión, también a planear como lo haría para varias cosas en las que debería, obligatoriamente, acompañar a Komaeda.

Dejaría una separación con su ropa y la del albino, dejando en los cajones inferiores una etiqueta con sus apellidos respectivos.
Ahora que se fijaba bien, Nagito tenía muy poca ropa, tomó nota mental de eso.

Ordenó prolijamente todas las prendas, levantándose y sintiendo las rodillas acalambradas, aún le faltaban cosas que hacer y desafortunadamente, ya estaba anocheciendo.

La casa estaba demasiado silenciosa para su gusto, en los días en los que el suertudo estuvo en coma, imaginó el apartamento con más vida y la suave voz constante, hablándole de la esperanza, tal vez de Naegi y los futuros planes de la Fundación, pero no había ni un solo ruido más que el de los pocos autos pasando afuera.

"Ve a revisar el apartamento."

Si, ahora que Izuru lo había dicho, una inquietud recorrió su cuerpo, dejo unos documentos sobre la mesita de noche, y a paso rápido llegó a la sala, mirando de izquierda a derecha en busca de la cabellera esponjosa, volteó al ventanal, a la mesa de café, nada, no había...

𝙲𝚊𝚝𝚊𝚜𝚝𝚛𝚘𝚙𝚑𝚒𝚌 𝙻𝚞𝚌𝚔【HɪɴᴀKᴏᴍᴀKᴀᴍᴜ】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora