Luego de la tarde tan loca y casi quedarme sin hermano, decidieron irse todos, los bomberon se ofrecieron a llevarnos a llevar a Odeliah y Hannes. Pero Odeliah no quiso, así que Hannes fue solo.
Y Odeliah se fue en su patineta con Olli mientras charlaban, ya que eran los últimos.
—Oye Olli te escuché lo que susurraste— comienza a hablar la chica.
—En sério?!— dice este sorprendido por que lo escuchará y la mira.
— Tienes suerte que fui la unica que escuche porque sino ya se abrían enterado todos— dice ella viendolo.
—Oye Lia y si le contamos a los chicos sobre ya sabes ?— dice deteniendo la bici y mirandome.
—No se, no creo que esten preparados para tremenda sorpresa de la nada, a demas si le dicimos van a ser muchas preguntas no crees— digo mirandolo.
Se quedaron viéndose por unos instantes, hasta que Olli se atrevió a darle un beso a Odeliah. Y no era un beso como lo de siempre, tiernos y romántico, no, era uno con una pasión mayor, con deseo y anhelo.
Estuvieron unos minutos largo besandose. Hasta que se separaron y juntaron sus frentes y se sonrieron mutuamente.
Para luego emprender camino de nuevo, rumbo a la casa de la chica. Dónde Olli se despide de la chica y se va a su hogar.
—Adiós linda— dice Olli ya a lo lejos.
Odeliah ingresa a la casa con una sonrisa. Pasando por la entrada a la cocina se encuentran con su hermano y madre ya cenando sin ella..
—Oigan no me tarde tanto— dije Odeliah haciendose la ofendida.
—Lo siento teniamos ambres - digieron madre e hijo a la vez.
—No pasa nada igual no tengo hambre asi que me ire a costar adios— dije restándole importancia y se dirige a su habitación.
(....)
A la mañana siguiente en la casa del joven en silla de ruedas. Este se encontraba intentando en ayudar a su madre a poner la mesa.
Pero está al verlo con los platos, lo detiene y se los quita para luego decirle:
—No, no, no, esos son los platos preferidos de tu abuela ya lo hago yo— esclama la mujer con los platos en sus manos.
—No me voy a tropezar— dice Kai cansado del tratamiento "especial" de su madre.
Kai ve sobre la mesada de la cocina y se encuentra con un folleto de una escuela para chicos con discapacidad. Lo cual enfada a este.
—¿Qué es esto? - dice enseñando el folleto enfadada a su madre.
—A llegado esta mañana— responde con simpleza.
—No pienso ir a un colegio para descapaditados solo ahí retrasados— le dice con seriedad a su madre.
—Son descapasitados físicos cariño, te sera mas fácil encajar ahí— dice esta tratando de converserlo.
—Tengo 158 amigos— dice con obviedad.
—En ese tipo, especie de chat online— dice con notorio sarcasmo.
—Son 158 mas de los que tienes tu— dice enfadado aún.
—Pero no estan aqui no pueden cuidar de ti— dice la madre para luego tratar de peilarlo.
A lo cual el se enfada y la aparta de el.
—Mamá no me toques el pelo— dice alejando a la mujer.
—Haremos un trato, si al final de las vacaciones consigues amigos que te puedan cuidar bien, si no tendras que seder a ir a ese colegio especial— dice viendo a su hijo, ya cansada de sus quejas.
