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Había pasado más de una semana desde aquella confesión del viernes, era sábado por la tarde y ChanHee estaba decidido a que debía hacer algo si es que realmente quería reconciliarse con SunWoo. Se dirigía a paso firme a la casa de los Kim pero se detuvo justo en la cuadra de al frente viendo cómo una chica masomenos de su edad y una señora salían de la casa de SunWoo, la joven se veía incómoda y la que parecía ser su madre le decía algo que no llegó a escuchar.

ChanHee nunca las había visto pero supuso que serían amigas de la madre de SunWoo de la iglesia o algo así.

No le tomó mucha importancia y solo siguió su camino, al estar frente de la puerta tocó el timbre esperando a que le abra la persona a la persona que venía a visitar pero no fue ese el caso.

— Hola ChanHee. ¿Buscas a SunWoo, cierto?— cuestionó amable la señora Kim.

— Sí pero es una sorpresa, no le avisé que venía.— respondió el menor.

— Oh ya veo. Pasa, hijo, SunWoo está arriba en su habitación.— la mujer se hizo a un lado dejando entrar al rubio a la casa.

— Gracias.— se inclinó noventa grados antes de subir las escaleras casi corriendo.

La señora Kim era una persona muy amable y sonriente, aunque ChanHee sabía perfectamente que ella solo era así con las demás personas, con sus hijos se convertía en una madre muy estricta, siempre queriendo que su familia sea perfecta justo como lo ordena el señor todopoderoso.

Cuando estuvo arriba se detuvo frente a la puerta, ahora que lo pensaba no había planeado lo que iba a decir, Kevin le había dicho que lo mejor era hablar desde el corazón así que eso intentaría hacer.

Tomo una gran bocanada de aire antes de abrir la puerta, pero no esperaba encontrarse a SunWoo sollozando bajo sus sábanas, siendo sincero nunca lo vió llorar y la sola idea de que fuera por él hacía que se sienta una pésima persona.

— ¿Sunu? ¿Estás bien?— el mayor se acercó al contrario sentándose a su lado en la cama.

— No deberías estar aquí.— respondió tratando de normalizar su voz fallando en el intento.

— Pues aquí estoy, contigo. SunWoo me gustas, sé que fui un idiota al decirte que no pero creeme cuando te digo que realmente me gustas como no tienes idea, quiero seas mi novio.

— No puedo.

— Sé que será difícil pero haré de todo para que esto funcione, pondré de mi parte y-

— No entiendes, Channie. Mi madre me consiguió una novia, quiere que me case con ella.

No, no podía ser.

Su corazón dejo de latir por un momento debido a lo inesperado que había sido aquello, sentía como si su mundo se le viniera abajo, no podía creer que la señora Kim sea capaz de tal cosa, ni siquiera le hayaba un motivo coherente para hacer tal barbaridad. De pronto empezaba a sentirse mareado.

— Pero ella no puede decidir eso, es tu vida no la de tu madre.

— Se lo dije pero no me hace caso.— aclaró su garganta.— mi madre nos planeó varias citas desde hace unos meses pero en lugar de ir con HeeJin te llevaba a tí, ella sabe que me gustas y tampoco está de acuerdo con esto.

Eso explicaba todas las salidas que tuvieron y el porque la señora Kim no sospechaba absolutamente nada.

— Realmente lo siento, pensé que podría detenerla pero no hay forma de hacerlo, está empeñada en que me case con HeeJin.

— Debe de haber una manera, no puedo estar sin tí, SunWoo, esta semana ha sido un completo martirio.

— Tampoco puedo estar sin tí. ¿Pero qué podemos hacer?

Y recordó lo que dijo Kevin anoche: "Has lo que diga tu corazón, deja que te guíe" y definitivamente este era el momento perfecto para tomar en cuenta sus palabras.

— ¿Y si nos escapamos?

SunWoo casi se ahoga con su propia saliva.

— ¿Qué? ¿A dónde iríamos?

— A Jeju o a Seúl incluso a Estados Unidos, podríamos seguir la universidad ahí o empezar una nueva vida.— propuso el mayor.

— Escaparme con mi novio, no suena mal.

— ¿Entonces ahora somos novios?

— Así es y está vez no puedes decir que no.

— No pensaba hacerlo.— soltó una risita.

Ambos jóvenes se miraban con tanto cariño que era imposible decir que no estaban enamorados.

Sin dudarlo, SunWoo se acercó al rostro de ChanHee atrapando sus labios con los suyos en un suave beso, el mayor correspondió posando sus manos en el cuello del contrario mientras SunWoo acariciaba su cintura delicadamente, dejándose llevar por las sensaciones que florecían en su interior, olvidándose del mundo exterior para solo concentrarse en ellos, en ese momento juntos.

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𝐊𝐈𝐒𝐒 𝐌𝐄 𝐈𝐅 𝐘𝐎𝐔 𝐂𝐀𝐍 | ˢᵘⁿⁿᵉʷDonde viven las historias. Descúbrelo ahora