12.🥛

387 41 28
                                    

¿Valía la pena? ¿Realmente valía la pena todo este dolor? ¿Cambiaría realmente mi vida tanto como espero? por un lado, salía de aquí, podían degollarme después y no me importaría, solo probar la libertad unos segundos sería suficiente para mi; pero, por el otro lado, ese pequeño oasis al que me había acercado podría desaparecer en un chasquido, aun sabiendo eso, aun sabiendo que podía perder eso poco que es mío lo aposté  todo.

¿A quién le importaba  tener una bola de grasa sudada con olor a colonia y sudor sobre mi tocando mi cuerpo sin parar? soy un cascaron, esto no importa ya, en todo caso solo me tenía que tragar el vómito ¿y qué? solo un poco más solo un poco más, el fracaso no es opción, porque si yo llegara a fracasar... vivir no sería una opción tampoco.

Al menos algo bueno pasó debido a esto, estaba tan distraída pensando en cual sería mi destino, que no dolió tanto como otras noches, noches en las que mis ojos quemaban al secarse por tanto llorar.

- Hoy estás muy callada, vamos, quiero oírte llorar -

De cierto modo, me sentía fuerte, como si pudiera hacerle frente por primera vez en mi vida, en ese momento no era yo quien controlaba mi cuerpo, era una simple muñeca de trapo, pero una con ovarios

- Bájate de encima maldito cerdo asqueroso de mierda -

Al verlo a los ojos sin titubear me sentí, tan bien, vi como se levantaba de la cama y me miraba con esos inhumanos ojos suyos, fue ahí cuando supe que la cagué... no recuerdo nada más allá de eso. Lo que me despertó en aquel momento fueron los ligeros golpes de de la hermana Krone sobre mi muñeca

- Bien, creo que sigue con vida... oh, que sorpresa despertaste, con todos esos golpes no sabía si despertarías, que bueno que estás bien, tendremos que restringirle a este cliente verte por un tiempo -

- Krone ¿Qué hora es? -

- Diez de la mañana claro, hora de la inspección matutina -

- ¿Dónde está Isabella? -

- Parece que alguien comió verga de detective -

Era esa clase de comentarios tan vulgares los que me recordaban porque Ray le decía gorila, era repugnante, pero callé, todos mis aires de grandeza se desvanecieron en un santiamén al sentir al sentir mi cuerpo  tan pesado como si me moviera en arena, dolía hasta respirar, por primera vez en la mañana prestaba atención a mi entorno, mis muñecas rojas, mis piernas moreteadas casi tanto como mi estomago y mi cara, Dios mi cara, ni siquiera la había visto pero podía sentir como estaba más hinchada que un globo, pestañear me dolía, mover la boca me dolía, las orejas, el cuello, la cabeza, todo. Sin tener muchas opciones acepté con el rabo entre las patas ser cargada por la desagradable pero fuerte intento de mujer hasta el camión que nos llevaría de vuelta a "casa".

Estaba mal y era algo que sabía, a pesar de no haberme visto en un espejo todavía, podía asegurar haber visto de reojo mis mejillas lilas, Krone era la que cuidaba de nosotros la mayor parte del tiempo, cuidaba que no nos hiciéramos daño y por su puesto, cuidaba que nadie saliera, la gorila centinela de las historias para niños , ojalá este fuera un cuento para niños.

Con cada roce de algodón empapado en alcohol una lagrima amenazaba con salir, pero era algo agotador, saben, narrar cada vez que me pongo a llorar, solo me hace sentir débil, no niego serlo pero puedo vivir sin recordarlo. Terminada su labor, Krone abandonó el cuarto dando lugar a que cierto emo escurridizo con humor inusual entrara por la puerta.

- Qué honda-

- ¿Qué honda? Ni siquiera puedo moverme para golpearte ahora mismo -

- ¿Sabías que traes loco a tu querido señor Norman? -

𝑬𝒍 𝒋𝒂𝒓𝒅𝒊́𝒏 𝒅𝒆 𝑵𝒐𝒓𝒎𝒂𝒏 🌻TPN fanfic+15 (cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora