Capítulo 2: Fotografía

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No sabes lo interesante que resultan los programas de investigación, sobre todo si necesitas deshacerte del cuerpo de manera sencilla y efectiva.

Compré una maleta en la feria días antes, había planeado lanzarla al mar, pero detestaba la idea de andar con esa mujer en mi auto y que dejará su olor impregnado. Por eso contacté a mi amigo Ferrer y le cobre un favor. Tenía un edificio en construcción, estaban terminando los pilares del cimiento, así que me dejó echar la maleta por un enorme agujero y el soltó las toneladas de cemento. Mientras veía la maleta desaparecer, unas lágrimas llenas de resentimiento cubrieron mi rostro y con la impotencia de no sentirme satisfecha por todo el daño que me causó, le lance un escupo a la mezcla.

"¡Hija de puta! ¡Jódete en el infierno conchetumadre!" grite presionando mi pecho " ¡Me arrebataste la vida!"

Ferrer se acercó y me abrazó mientras lloraba desconsolada. Sabes por un momento creí que si la mataba sentiría alivio, tal vez menos dolor,pero realmente todo empeoro.

"Lo lamento" dijo apenado "Se lo que significa una pérdida"

Adrian Ferrer, un hombre de carácter fuerte, que no le temía a nada y con un futuro brillante, fue acribillado por la noticia del médico. Su pequeña hija de 5 años, el tesoro más preciado para él, moría lentamente por culpa del cáncer...ahí supo que las reuniones, asambleas e inversionistas, fueron una pérdida de tiempo, distracciones vanas que lo alejaron de bellos momentos con su hija.

Cuando su pequeña falleció, donó parte de su dinero a centros de investigación contra el cáncer, así como también ayudó a muchas personas que se encontraban en una difícil situación.

"Lolo, debes descansar...vamos a casa" agregó secando mis lagrimas

"No" le dije molesta, cómo iba a detenerme a estas alturas, habían pasado 3 años desde lo ocurrido y yo me prepare para este punto, repasando día tras día como los mataría, alimentando al monstruo de la venganza.

Ferrer me abrazo nuevamente y asintió con la cabeza, seguramente él haría lo mismo en mi lugar.

Me dirigí a casa de Consuelo con la intención de ir por evidencia de lo que pasó esa noche. La policía de investigaciones, no encontró nada que los conectara con la escena del crimen, sus coartadas eran "sólidas" así que los dejaron libres y jamás se dio con el culpable.

Imaginaras la impotencia que sentí. Luché por unos meses, hasta que me di cuenta de que no valía la pena esperar algo de "esa" justicia, así que volví a Italia donde entrene, planifique y modifique cada aspecto de mi. Ciertamente Loreto Álvarez había desaparecido bajo una masa amorfa y negra de ira que se fue acumulando hasta crear lo que soy ahora, y le dio sentido a la ley del Talión, esperando un poco de retribución, pero a su manera.

Al caminar por la enorme mansión, me di cuenta de lo solitaria y vacía que era la vida de Consuelo. Comprendí el porque buscaba personas en el bar, esperando de milagro que uno permaneciera más de una noche con ella. Sin embargo, cuando entre a su cuarto, me percate de lo acogedor que era, casi como un refugio al que no muchas personas podían acceder. Dentro de su intimidad, se observaban pequeñas luces que colgaban de las paredes, cuadros familiares, una alfombra suave y una gran cama king que solo ocupaba una pequeña parte de la enorme habitación.

Sabes me preocupe, pensé "mierda, tengo 24 hrs" creí que era imposible que dentro de tantas fotos y álbumes encontrara algo, ¡era el maldito caos! pero no fue hasta que tropecé con un asiento en el closet, y un montón de cajas cayeron sobre mi. Salió disparado un álbum, casi como una señal y fue a caer a los pies de la cama. No dude ni por un momento, fui tras él y lo revise con tanta ansiedad que cuando llegue a lo que tanto había buscado llore, llore de felicidad. Ahí estaban, los cuatro hijos de puta que me cagaron la vida. Consuelo, Ricardo, Lucas y la peor de todas Macarena, con una sonrisa abrazando a mi esposa Gabriela en el restaurante Castillo Forestal de Santiago. No estaba loca, mi intuición me lo decía, había justificación para mis actos, cuando saque la foto y vi el reverso una combinación de emociones me embargo "Los raros, juntos otra vez. Santiago, 2017"

En ese momento lo supe, debía cazarlos sin piedad.  

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