¿You Are? [Editando]

EPISODIO 7

—¿Quién está ahí? —gritó Luo con la esperanza de que nadie contestara mirando a los alrededores con desesperación.

¡Diablos! ¿¡Que hago ahora!?.

—Cuñada, ¿ocurre algo? —Habló Xichen ingresando a la habitación al escucharla gritar.

Luo no contestó, de hecho pareció haberse congelado.

—¿Cuñada? —Preguntó nuevamente Xichen.

—No, no es nada, no se preocupe —respondió, la voz le temblaba.

—¿Estás segura?... ¿No quieres que llame a mi hermano?.

—! No!... Digo, ¿para qué?, todo está bien.

Debo salir de aquí pero ¡ya!.

Xichen solo se le quedó viendo asintiendo poco después.

—De hecho, ¿por qué no salimos? —habló Luo empujando suavemente a Xichen hasta la salida. La puerta se cerró de un portazo. Wei Ying salió poco después, parecía que ya no había nadie, ¿verdad?.

—Disfruta lo que quieras de esto, pronto regresaré por ti.

—¿Quién dijo eso?, ¡Sal y da la cara! —gritó al escuchar una tenebrosa voz.

—¿Wei Ying? —Lan Zhan ladeo la cabeza cuando observó a Wei Ying actuando de forma extraña.

—Me asustaste —respondió llevando una mano a su pecho.

—¿Qué haces aquí? —preguntó cambiando la conversación.

—Escuché algo dentro de la habitación de tu señora esposa, únicamente vine a investigar —Soltó una pequeña risita nerviosa rascándose la nuca.

No muy convencido, Lan Zhan asintió y le hizo una señal con la cabeza para que lo siguiera. Wei Ying solo obedeció.

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—¿A dónde me llevas? —dijo Wei Ying en medio de un bostezo.

—¿Qué te hicieron? —preguntó Lan Zhan, casi inaudible.

—¿A qué viene esa pregunta?.

Lan Zhan detuvo su paso haciendo que Wei Ying chocara contra él.

—¡Ey!... ¿Qué estás haciendo?.

—Fuiste tú quien me trajo aquí.

—¿Qué?

—¿No recuerdas este bosque?

Diablos, ¿¡que se supone que deba recordar!?, Esto me está volviendo loco... pero te lo prometí.

—Este es un lugar importante, ¿verdad? —Si no lo es, entonces me rindo.

—No, ya no importa —respondió Lan Zhan cabizbajo.

—Lo siento, es que... ha pasado un tiempo.

—Solo tres años... —susurró acercándose a Wei Ying—entonces... haré que recuerdes.

Lan Zhan tomó a Wei Ying con cuidado, besándolo con ternura, empezando a desvestirlo, este solamente reía, le daba gracia el comportamiento en algunas ocasiones extrañas del mayor.

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—¡No puede ser!, ¿Por qué?, ¿Por qué me dejé llevar?, lo siento, lo siento —Wei Ying se encontraba en la entrada del Jinshi abrazando sus rodillas, anhelando que lo que pasó con Lan Zhan hubiera sido solamente un sueño. El mayor lo hizo suyo como nunca en su vida había pasado.