"All about us." (Rubelangel)

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—Toma mi mano, te enseñaré a bailar.

El andaluz frunció su ceño con diversión, pero no dudo mucho en deslizar su mano entre la del malagueño. Se puso de pie y dejó que su amigo lo guiase hasta el medio de la, ahora, vacía sala de su nuevo departamento.

La música salía desde los altavoces del celular de Ruben, sonaba suave, casi como un susurro; un susurro que únicamente ellos dos necesitaban oír.

Las manos del menor se acomodaron sin vacilación en las caderas de su pareja y de la misma manera las manos del castaño terminaron por acomodarse entre los hombros y el cuello del andaluz; como tantas veces lo habían hecho antes.

La invitación a bailar hacia Mangel era solo una excusa por parte de Ruben para estar cerca de su pareja; ambos lo sabían y ambos fingían inocencia ante el otro, un juego en el que ambos caían.

Y es que era así, todo a través de excusas. Llevaban casi ya seis meses de relación y aún así ninguno de ellos era capaz de dar un primer paso. Perfecto ejemplo era la situación actual; eran cerca de las 4 am y allí estaba el andaluz, Miguel, en el nuevo departamento del malagueño, Ruben, con la excusa de que iba a ver si es que él necesitaba algo. Cuando la verdadera razón era al contrario; Mangel necesitaba algo, y ese algo eran los labios de su compañero de locuras.

A la vez que una suave voz femenina llegaba a sus oídos ambos comenzaban a moverse a través del salón, manteniéndose cerca el uno del otro y sin alejarse mucho de su punto de inicio al centro del salón.

Rubius apoyó su mentón en el hombro de su fiel amigo, terminando por completar aquel abrazo, envolviendo sus brazos con más fuerza y seguridad alrededor del menor. Suspiró cerrando sus ojos con suavidad, y simplemente dejó que él lo guiase. Confiaba en él a ojos cerrados, nunca mejor dicho.

El coro de la canción llegaba hasta sus oídos en el momento en que Mangel se quedó quieto en su lugar, obligando a su pareja de baile hacerlo también.

—¿Pasa algo? —susurró el castaño, sin siquiera pensar en alejarse de entre los brazos del andaluz.

Este último cerro sus ojos, envolviendo sus brazos con cuidado alrededor de su delgado amigo, escondiendo su rostro en el cuello de el mismo. No era difícil, podía resumirse en dos palabras ‘’¿Qué somos?’’, ‘’me gustas’’, ‘’te quiero’’, pero ¿Qué pasaba si no era correspondido?

Conocía a su amigo lo suficiente para saber que era mucho de entretenerse con algo por un tiempo y luego dejarlo pasar, ¿Y si él era su entretención del momento? ¿Y si arruinaba todo? Actualmente Mangel no podía imaginarse lo que sería una vida sin los brazos del malagueño, sin los labios de aquel intento fallido de noruego, sin el amor que le brindaba a su manera.

Así que prefería callar, prefería fingir y seguir el juego en el que había dado a ‘’Play’’ sin siquiera notarlo, aquel en el que solo tenía una vida y su mayor miedo era que el ‘’Game Over’’ llegase hasta él.

—Nada. No pasa nada —susurró, besando cariñosamente el cuello de su amigo.

''Drabbles.''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora