''You catch him or just let him slip?'' (Rubegetta)

2.2K 137 20
                                    

Observé la desordenada habitación en la que me encontraba y sentí una inquietante necesidad de ordenar. La ropa se encontraba fuera de las maletas y armarios, la cama estaba desecha, los cajones no estaban cerrados por completo y... oh, Dios, las cortinas no estaban simétricas.

Negué cortamente con mi cabeza antes de comenzar a quitarme mi camiseta, recordándome que debería estar agradecido de Rubius por dejarme su habitación para cambiarme. Aunque, hay que añadir, que si tenía que cambiarme era su culpa.

Sonreí, sin poder evitarlo. Tontos o no, al fin y al cabo eran mis amigos, y no podía estar más agradecido de tenerlos.

Doblé lo mejor que pude la húmeda camiseta que recién me había quitado, dejándola a una esquina de la desordenada cama, antes de tomar mi camisa —la cual, por suerte, Willy me había podido traer desde nuestro piso—.

Me sobresalté al oír el pequeño "click" que emitía una cerradura al abrirse justo detrás de mí, giré mi rostro y gran parte de mi —aún desnudo— torso, para observar quien era el inesperado invitado en la habitación.

Claro, el dueño de la misma, ¿Quién más iba a ser?

—Joder, macho, que susto me has dado —musité, comenzando a desabotonar mi camisa para poder ponérmela.

—¿Ah, sí? ¿Por qué?—dudó, cerrando la puerta detrás de él y caminando hasta donde se encontraba su maleta; frente a mí, al otro lado de la cama.

—Yo que sé, no sabía que ibas a venir —murmuré, encogiéndome cortamente de hombros, observando sus movimientos— ¿Qué haces? —dudé, observando como tomaba una de las camisetas que se encontraba junto a su maleta y la dejaba sobre la cama.

Él sonrió y fijó su mirada en mí, sin alzar su rostro por completo; podría llegar a decir que incluso lucía provocador visto desde mi punto de vista.

—También estoy mojado, ambos lo estamos, yo también necesito un cambio de ropa—respondió lentamente, sin alejar su mirada de mí, a la vez que quitaba su camiseta por sobre su cabeza.

Fue imposible no pasar mi mirada por su pálido cuerpo. Era delgado y lucía tan frágil que podría ser incluso de chica, los huesos de sus clavículas se alzaban con suavidad bajo su piel y se perdían en sus hombros, así hasta llegar a sus delgados y finos brazos; hasta llegar a sus pálidas y peculiares manos, las cuales tomaron la camiseta que anteriormente había dejado sobre la cama y la pasaba por sobre su cabeza privándome así de poder seguir observando su cuerpo.

El que volviese a encontrarse vestido me ayudó a volver a mis cinco sentidos, recordándome la situación en la cual me encontraba y, además, recordándome que aún seguía sin camisa.

Negué con mi cabeza, de forma más notoria de la que me gustaría, mientras que terminaba de desabotonar la camisa y, torpemente, comenzaba a deslizar mis brazos dentro de las mangas.

—¿Qué pasa, Vegettita?—murmuró, llamando mi atención. Observé que ya se encontraba listo para salir; camiseta y gorra puestas, listo para irse.

¿Entonces por qué no se iba?

—Nada... nada, ¿Qué iba a pasar?—respondí torpemente, comenzando a abotonar mi camisa. O al menos a intentarlo, mis manos temblaban al punto de no pode ni siquiera meter un botón en su ojal.

—¿Necesitas ayuda con eso? —dudó, usando el mismo tono de voz que usaba desde que entró en la habitación; lento y casi susurrando, podría decirse que casi era como una suave caricia sin siquiera tocarme.

Decidí ignorar su comentario sin dejar de intentar abotonar mi camiseta sin mucho éxito ¿Por qué me ponía así de nervioso? No había bebido demasiado como para poder culpar al alcohol, y no se me ocurría ninguna otra excusa posible para usar ahora mismo. Oí como sus pisadas llenaban el silencio que nos rodeaba y mientras que una parte de mi quería que se fuera, otra quería que se quedase y no se fuese en lo que restaba de noche.

¿En serio me sentía intimidado por él?

Sentí su pecho chocar contra uno de mis brazos y, sin siquiera decir una palabra, rodeó mi abdomen con sus brazos para así comenzar a abotonar mi camiseta; sin problema alguno, si hay que decirlo.

Apoyó su mentón sobre mi hombro y, una vez abotonó el tercer botón, dejó sus manos quietas aún mientras sostenía el borde de mi camisa.

—¿Vegettita? -susurró, dejando que su aliento chocase contra mi piel, provocándome cortos pero intensos escalofríos.

Abrí mi boca para responder pero, cuando sentí una de sus manos colarse por debajo de la tela de mi camisa temí que mi voz sonase ridícula y desnivelada, así que simplemente emití un corto sonido con mi garganta, pidiéndole que continuase.

— Me gusta como se ve tu camisa así, abierta... Realmente me gusta mucho, no quiero abotonarla  —murmuró antes de inclinarse y depositar un corto beso detrás de mi lóbulo.

—Entonces no lo hagas —respondí a la vez que lentamente giraba mi rostro en su dirección.

No tardó mucho en desabotonar los pocos botones que había llegado a abotonar segundos atrás, a penas mi camisa quedó nuevamente abierta giré mi cuerpo por completo, quedando frente a frente con él. Sus manos se deslizaron por debajo de la tela de mi camisa, rozando suavemente mis costados hasta llegar a mis omóplatos y acomodarse con seguridad allí.

Justo después de eso él me besó; primero con delicadeza, casi con ternura y miedo, pero bastó una pequeña provocación por mi parte para que todo pudor de él se desvaneciera y devorara mis labios como yo tanto había deseado.

Por un segundo la duda cruzó por mi mente, y reconsideré si esto era lo correcto. Todo tipo de inseguridad desapareció una vez el suave sonido de sus gemidos llegó hasta mi oídos.

Sólo se vive una vez pero, si era necesario pasarme toda mi vida arrepintiéndome de este momento, realmente lo valía.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

¡Espero de una u otra forma hayan disfrutado leyendo! El Drabble nació a base de un dibujo hecho por la señorita CelyLovegood de twitter

No sé, disfruté dejando a Samuel un poco más uke en este escrito, no pregunten D:

Y, tranquilas, no de subir parejas 'tradicionales' (Rubelangel, Wigetta...) que supongo que es lo que la mayoría espera. Solo les pido paciencia.

Por mi parte nada más que añadir, muchísimas gracias si han llegado hasta esta parte del escrito, realmente lo aprecio.

z4 un abrazo.




''Drabbles.''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora