༒︎𝗚𝘂𝗮𝗿𝗱𝗶𝗮𝗻 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗻༒︎ ♥︎𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏ఌ︎

༒︎01

Sonó el timbre de la pequeña casa ubicada en un lindo pueblo algo alejada de las demás residencias, el típico sonido melodioso algo irritante de esos que llegaban en las cajitas musicales.

Un pequeño suspiro escapó de los labios del pequeño que se encontraba muy a gusto sobre el pequeño sofá observando su película favorita (Iron-Man).

-Papi volvió tan pronto?-se pregunto el pequeño corriendo hacia la puerta para abrirla y recibir a su amado padre.

-Hola?-observaba el pelinegro a su alrededor-Hay alguien en casa?-volvió a preguntar el pelinegro.

-Buenos días-dijo el pequeño niño mirando hacia arriba debido a que el pelinegro llevaba una gran altura a comparación de el que era muy bajo debido a que apenas era un niño de 4 años.

-ChimChim?-dijo el pelinegro viendo hacia abajo-acaso te encogiste??-alcanzo a preguntar cuando recibió un portazo en la cara.
Si, le habían azotado la puerta en la cara.

-¿Como sabe mi nombre? Y lo siento, papi dijo que no es bueno hablar con extraños-se disculpó el pequeño después de azotar la puerta en la cara del pelinegro.

-Pero yo no soy un extraño-contradijo el pelinegro.

-Si lo es, yo no lo conosco-contratacó el pequeño.

-Dejame presentar soy Jeon Jungkook.

-Mucho gusto señor Kuko, yo soy ChimChim-dijo el pequeño empezando una conversación detrás de la puerta ya que no la iba a abrir debido a que no era su papi.

-No vas a abrir la puerta??-pregunto Jungkook al pequeño.-No, sigo sin conocerlo-dijo el pequeño.

-Te gustan los dulces??-pregunto esperando una respuesta.

-Siiiii-respondió emocionado el pequeño.

-Cuales te gustan?-volvió a preguntar.

-Mis favoritos son Los Mochis-dijo el niño.

-Oh vaya, justo tengo Mochis aquí conmigo, abre la puerta y te los daré.

-Enserio me los dará??-pregunto con un poco de emoción el pequeño.

-Si solo habré la puerta.

El pequeño niño estuvo apunto de hacerlo cuando un pequeño recuerdo paso por su mente, era su padre diciéndole que no debía aceptar dulces de los extraños.

-No los quiero-dijo el niño luego de recordar la advertencia de su papi.

El pelinegro ya cansado de que el niño no le habrá la puerta decidió simplemente atravesar la pared con facilidad.
Joder era el puto amo del infierno, podía hacer lo que quisiera.
Observo al pequeño que lo veía con sus ojos muy abiertos y su boquita hecho un pequeño círculo.
El pelinegro ya se esperaba que el niño empiece a llorar asustado ya que a las otras casas a las que había entrado todos gritaban y lloraban desde los padres hasta los hijos de estos, pero vaya que grande fue su sorpresa cuando vio que el niño empezó a aplaudir.

-Señor kuko ¿cómo lo haces?-pregunto emocionado el niño.-Eres genial como Iron Man, solo que el rompe las paredes y tu no.-Sonrio de manera exagerada el pequeño.

-Jaaa!! Soy el puto amo- respondió sin esperar que el niño lo imitará.

-Jaa! Eres el pito amo-dijo ya que aún se le dificultaba un poco la pronunciación de ciertas palabras.

-Oye, oye, oye pequeño no debes decir esas cosas, tu papá se va a enojar si te escucha decir eso.

-Pero tu lo dijistes-respondió el niño.