༒︎𝗚𝘂𝗮𝗿𝗱𝗶𝗮𝗻 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗻༒︎ ♥︎𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏ఌ︎

༒︎05

La mañana había llegado dando inicio a un nuevo día.
El primero en despertar fue Jungkook ya que una suave, cálida y calmada respiración se sentía en su cuello nunca había dormido tan bien en todos sus milenios de existencia pero hoy fue la excepción definitivamente dormir con el rubio era hermoso y muy cómodo.
Solo tomaré una foto para el recuerdo dijo susurrante y así lo hizo tomó una foto para admirar el bello rostro dormido de su rubio lo que sentía por Jimin era inexplicable la calidez que sentía en su pecho al tenerlo cerca lo hacía sentir vivo, y carajo haría lo que fuera por tenerlo siempre.

Guardó su teléfono y lentamente se dio vuelta para quedar cara a cara con el rubio.
No soportó más la tentación frente a él y juntó sus labios con los del rubio, no hizo ningún movimiento solo los mantuvo juntos por un momento y luego se alejó un poco.
Eres malditamente hermoso sin duda mi padre se esmeró al crearte decía en susurros el pelinegro con una boba sonrisa de enamorado en su rostro mientras acariciaba el cabello rubio de Jimin.

—Que tu padre qué?

—Oh ya despertaste—dijo el pelinegro sonriendo al ver como el rubio tallaba sus ojos con sus puños tratando de acostumbrarse a la luz del día.

—Pareces loco susurrando cosas extrañas en mi cara, como podría seguir durmiendo?

—Lo siento no fue mi intención despertarte.

—Si bueno ya vete de mi casa.

—Ay por mi padre, que grosero así no se trata a los invitados.

—No eres un invitado, apenas y te conozco.

—Oh vamos Jimin enserio me olvidaste?

—Ah!! Carajo claro que no te he olvidado Jeon no por nada dejé que te quedaras a dormir.

—Ajá lo sabía un buen polvo jamás se olvida.—Decía Jeon con una sonrisa arrogante en su rostro.

—Si lo admito fuiste un buen polvo, pero solo fuiste eso que quede claro.

Por segunda vez en cuatro años el corazón del diablo se sentía oprimido como la vez en la que despertó y no vio al rubio en su cama, pero no le demostraría a este que sus palabras le habían dolido en lo más profundo de su corazón. Siendo esa la situación decidió evadir las palabras de Jimin.

—Eso confirma que te gustó tener sexo conmigo, pero por qué nunca volviste Jiminiee?—De tener su cara arrogante y pervertida paso a un semblante más serio e interrogante.

—Ah bueno eso, pues porque ya te dije que solo fue una aventura y ya.—los pequeños golpes en la puerta de su habitación interrumpieron al rubio de su hablar.

—Papi puedo pasar?

—Si cariño pasa.

—Buenos días papi, buenos días señor kuko.

—Buenos días respondieron los dos mayores al unísono.

Y si, el pequeño ChimChim se había despertado. Y no venía solo, pues venía acompañado de una voraz hambre.

—¿Qué desayunaremos papi?—interrogó el pequeño mientras se escabullia entre el medio de los dos mayores.

—Bueno bebé como hoy es mi día libre desayunaremos lo que tu quieras, solo pidelo y papi lo va a preparar para ti.—decía el rubio con un tono dulce en su vos mientras acariciaba el cabello de su bebé.

—¿Podemos comer tostadas y chocolate?

—Claro que si mi vida, pero antes debes cepillarte, así que ve a hacerlo mientras yo preparo el desayuno.—dijo bajando a su pequeño de la cama y levantándose junto con él.
El niño salió de la habitación a hacer lo que su padre había ordenado.
—¿Te quedarás a desayunar?