༒︎𝗚𝘂𝗮𝗿𝗱𝗶𝗮𝗻 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗻༒︎ ♥︎𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏ఌ︎

༒︎02

En la oscuridad de la sala se encontraba un pelinegro ya algo cansado de esperar por el amor de su vida que no llegaba aún.

El reloj ya marcaba las 3.AM y el peli rubio no aparecía, no se imaginaba que hubiese pasado con la criatura del antes mencionado si el no llegaba de visita, ese pobre crio hubiese estado allí solo, sin comer y sin bañarse abandonado en la oscuridad al caer la noche.

Detrás de la puerta se escuchó unas llaves muestra de que el rubio había llegado este habrio la puerta de su casa con su rostro cansino, unas ligeras ojeras debajo de sus hermosos ojos marrones y su cabello algo alborotado.

El rubio no se molestó en prender las luces pues estaba demasiado cansado que solo quería dormir por un muy muy largo tiempo.

Soltó su bolso en el sofá el mismo donde se encontraba el pelinegro dándole en la cara a este, soltó un pequeño quejido debido al impacto del bolso en su cara, el rubio no puso atención ya que como dije estaba muy cansado y más dormido que despierto.

Entro a su cuarto quinto su ropa solo quedando en ropa interior, se acercó al mueble en el que guardaba sus ropas y optó por usar un simple camisón grande se recostó en su cama dispuesto a dormir.

Sintió una brisa recorrer por todo su cuerpo algo cálida y agradable, por un momento se sintió observado se dio vuelta en su lugar y decidió hablar.

—Quien eres tú? Y que haces aquí.....—no termino de hablar pues el cansancio y el sueño pudieron más que el.
Jeon solo sonrió dio unos cuantos pasos y se encontraba posando sus labios en la mejilla del rubio, dejó un casto  beso y solo se limitó a decir —Soy tu futuro esposo amor mío.

En menos de un segundo desapareció de la habitación del rubio en el cual inconscientemente se formó una pequeña sonrisa por la sensación tan cálida que recorrió su delicado cuerpo.

🐼🐼🐼🐼

La mañana había llegado, los rayos de sol pegaron en la carita regordeta del pequeño Chim el cual se removió contento en su camita dispuesto a darle la sorpresa a su papi ya que se imaginó que este ya debía estar en casa.

Se levantó de inmediato y corrió a la sala por su banquito para ponerlo frente a la puerta de su papi y poder abrir esta ya que su tamaño no lo acompañaba en momentos como esos, alcanzando la manija de la puerta abrió esta y se adentró al cuarto trepó como pudo la cama y se subió encima de su progenitor para proceder a llenar su rostro de besos.

—¡¡Papi, papi, papi!!—decía el pequeño mientras sacudía a su padre para que este despertara.

—¿Mmhm?—se removió el rubio sintiendo un peso encima de su cuerpo—Un momento dejame dormir Chim.

—No papi levántate ¡¡ya!! ChimChim tiene hambre.

—Espera un momento.....—Espera ¿¡QUE!?—¿¡CHIMCHIM!?

Fue entonces que el rubio se sentó de golpe, no sin antes abrazar a su hijo para que no se caiga y se de un mal golpe.

—Oh Dios mío ¿que haces aquí?—pregunto el rubio besando a su hijo para comprobar que no estaba aún dormido y soñando.—Deberías estar en el instituto y-yo recuerdo que te dejé allí ayer. Como es que estas aquí??—preguntaba el rubio con un claro tono de preocupación en su voz.

—S-sorpresa?—dijo el pequeño más en tono de pregunta que de afirmación hacia las anteriores preguntas que hizo su padre.