Al final del día Soobin sigue siendo Soobin

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"Hoseok hyung es realmente guapo, me pregunto ¿Quién podría llamarlo basura?"

Miró la pantalla entre cerrando los ojos y comenzó a reír.

"Es lindo cuando describen a Tae sunbae como alguien así. De verdad puedo imaginarlo sonrojándose por la foto."

Sus manos temblaban con furia a pesar del saco caliente que se encontraba entre el celular y su piel. De su boca salía vapor y debajo del gran abrigo negro su cuerpo tiritaba con fuerza.

"¿Qué haces, hyung?"

Un cálido tono de voz inundó la cabeza de Yeonjun, su corazón se relajó y sus labios se curvaron formando una sonrisa sincera.

"Soobin."

"Llego tarde, lo sé."

Soobin se sentó a su lado en el columpio, a escasos centímetros del cuerpo de Yeonjun y en realidad lo había agradecido, pues su temperatura corporal había disminuido tanto que sentir el calor corporal del contrario lo había hecho sentir mucho mejor.

"Tus manos están rojas, hyung."

Los dedos de Soobin acariciaron los suyos, los cuales se aferraban a su celular con fuerza. Los ojos contrarios se abrieron con sorpresa, y sus labios se apretaron cuando los dedos ajenos se alejaron de los suyos.

"Debiste traer guantes, el clima es muy bajo hoy."

"Estoy bien."

"Hyung, tus manos están congeladas y rojas, si siguen así comenzarás a tener cortadas en ellas."

Sus manos se adentraron en los bolsillos de su abrigo, tomando un saco caliente de este y colocandolo sobre las manos de Yeonjun. Quien lo miraba expectante.

"Estoy bien."

"No, dame esto."

Tomó el celular entre sus manos y lo colocó en el bolsillo del abrigo de Yeonjun.

"Tus manos están tibias."

"Eso es porque estaba en el metro, es cálido ahí."

"Pero puedes llegar caminando, ¿Por qué tomaste el metro?"

Los hoyuelos de Soobin volvieron a hacer acto de presencia, y un suspiro salió de los labios de Yeonjun.

"Porque sé que eres terco, no subí al metro, solo bajé a conseguir esto."

Sus manos dejaron de tocarse nuevamente y de la mochila de Soobin salió una manta azul marino de tela acolchada, perfecta para los escasos 3° que hacían.

"Ahora toma esto."

Le entrego el saco caliente.

"Uno en cada mano."

Le indicó que subiera las piernas al columpio y colocó la manta sobre sus piernas, cubriéndolos a ambos.

"Ahora ven, acércate."

Las mejillas de Yeonjun estaban sonrojadas, no solo por el frío calador, sino por la cercanía de Soobin.

"Tu rostro también debe estar congelándose,"

Soobin calentó sus manos moviendolas entre si para posarlas en las mejillas de Yeonjun.

"Enfermarás si no calientas tu cuerpo."

Estaban a unos centímetros de distancia, la suficiente para que Yeonjun pudiera apreciar el rostro de Soobin a la perfección.

"No mires mi rostro, hace unos días me salió alergia debido al gato de Tae."

Yeonjun rió levemente, era verdad, Soobin tenía manchitas rojas en gran parte de su mejilla derecha y hasta parte de su cuello. Pero Yeonjun seguía encontrándolo realmente atractivo.

"Casi no se notan."

Su mano fue por inercia a la mejilla de Soobin, dejando pequeñas caricias en la zona cercana a su alergia.

"Yeonjun..."

Su voz era casi un susurro, como si eso hubiese salido sin quererlo realmente. Por un momento, en la cabeza de Yeonjun Soobin estaba mirando sus labios, por un momento Yeonjun sintió que la cercanía se acortaba y que sus labios realmente podían llegar a rozarse con tan solo mover su rostro un centímetro.

"Creo que hay un insecto en tu cabello."

Y volvió a la realidad, la realidad en la que Soobin era simplemente Soobin. Alejó su mano del rostro contrario y retiró las manos del menor del propio para poder sacudir su cabello. Su corazón ahora se sentía pesado, ¿De verdad pensé que iba a besarme? Que idiota.

"Oh, ¿Te molestaste?"

Un suspiro salió de sus labios, no importa si era una historia o la vida real, Soobin seguía diciendo eso cada segundo de su existencia. Negó con la cabeza y le dedicó una leve sonrisa.

"¿Quieres escuchar algo?"

...

Su cabeza se encontraba reposando en el hombro de Soobin, su cuello dolía un poco, pero sabía que el menor se había quedado dormido, por lo que había decidido permanecer en la incómoda posición.

"Veamos en que me quedé."

Desbloqueó su celular y buscó la captura en la que se había detenido.

"Yo no soy estúpido."

Hizo un puchero.

"Oh, Jeonginnie....pero espera."

Se acercó el celular para poder mirar mejor.

"El de la foto de perfil es Hyunjin, creo que ya me perdí."

Su corazón se apretó en su pecho al imaginar que algo le pasaba a Jeongin.

"No, pero si él es un bebé. El pequeño Jeongin no."

Colocó una de sus manos en su boca, de verdad estaba sorprendido. ¿Quién puede ser tan cruel como para lastimar a Jeonginnie? ¿Y si le hicieron algo? No pudo evitarlo, miró su celular y no tardó en marcar el número de su pequeño amigo.

"Vamos, contesta."

Uno, dos, tres veces timbró y una voz agitada se escuchó del otro lado de la línea.

"Hyung."

"Jeongin, al fin contestas, estaba asustado."

"Estoy ensayando con los chicos así que tardé un poco más de lo usual en contestar, lo siento."

"Bien, estás bien ¿Cierto?"

"Si, estamos en la empresa, ¿Pasó algo?"

"Nada, nada, solo asegúrate de abrigarte bien al salir, hace mucho frío hoy."

Una risita se escuchó y Yeonjun sonrió por inercia al saber que su amigo estaba bien.

"Lo haré, cuídese mucho, hyung."

"Bien, ve a ensayar."

"Seguro."

Colgó el teléfono y suspiró aliviado. El brazo de Soobin lo abrazó por los hombros, haciendo que su cuerpo se sintiera cálido al estar cerca de Soobin.

"Has trabajado duro, Yeonjun."

Una sonrisa se alojó en su rostro, guardó el celular en su abrigo y se acomodó, sintiéndose pequeño junto a el cuerpo de Soobin. Necesitaban tener más citas así.

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