Capítulo 7

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— Podemos comprar algo para merendar y nos sentamos en la plaza mientras Gyu hace sociales. — Habló SeHun.

— Me parece bien. ¿Quieres que vaya y pida algo para beber en aquel café?

— No, prefiero que te quedes con Gyu. — Dijo completamente serio, aunque JunMyeon sabía que no lo era para nada.

— No molestes con eso. — Se quejó y se cruzó de brazos — Sabes que no puedo con él, no me hace caso y si tratara de tomarlo de su correa probablemente me arrastraría por todo el parque, tiene más fuerza que yo.

— Eso sería muy gracioso. — Comenzó a reírse ante la imagen que su mente había creado.

— Basta. — Le dió un leve golpe en el hombro — Soy mayor que tú, un poco más de respeto por favor.

— Eres mayor pero no más alto, eso te hace vulnerable e inferior a mi. — Le explicó antes de volver a reírse.

— Vete a la mierda. — Lo empujó — En fin, ¿qué traigo?

— Capuchino grande y de comer... — Lo pensó un momento — Lo que sea está bien. — Se encogió de hombros y le tendió dinero.

— No te preocupes, yo pago. — Sonrió — Tú puedes pagar la próxima. — Se dió vuelta y comenzó a caminar.

Próxima... — Susurró SeHun bajito. Inconscientemente sonriendo.

Mientras tanto, ya en la tienda, JunMyeon comenzó a reírse bajito por lo que había dicho. Independientemente de lo que ahora ocurriese, ya le había insinuado a Oh que habría una próxima vez.

Pidió y fue a sentarse en una de las bancas a esperar su pedido, hasta que alguien se paró frente a él.

— Hola, JunMyeon. ¿Estás sólo? — Reconoció la voz de Yixing.

— Hola, Yixing. — Saludó — No, estoy con un amigo y su perro.

— Eso es bueno. — Sonrió — Yo vine con los míos por una buena merienda, este es uno de los mejores cafés del pueblo.

— Lo sé, he venido ya varias veces y siempre se mantiene genial.

— En fin, nos vemos luego. — Se acercó para saludarlo y darle un beso en la mejilla.

Que terminó siendo más en la comisura del labio que la mejilla.

Seguidamente, se fue con sus amigos y él simplemente hizo una mueca antes de ser llamado para retirar su pedido, mientras que SeHun veía aquella escena desde la plaza debido a la enorme vidriera, con el ceño fruncido y ahora, enojado.

— Volví, pedí una docena de medialunas — Le sonrió.

— Bien. — Fue seco — ¿Ese de allí era tu novio? — Y también demasiado directo, además de honesto porque había pronunciado lo último con un toque de disgusto — Justo lo ví por la vidriera. — Se encogió de hombros.

— ¿Quién? ¿Yixing? — Rió y el pelinegro volvió a encogerse de hombros — No, tranquilamente podría ser mi hermano. Está en el secundario todavía.

— Ah. — Miró hacia donde estaba Gyu, siendo incapaz de mirar a JunMyeon. Golpearía a ese tal Yixing si hacía eso de nuevo aunque no tuviera derecho alguno.

— Es gracioso que trate de coquetear conmigo porque es claramente obvio que nada pasará. — Volvió a reírse, negando con la cabeza — Aún así pienso que es adorable y que sería un buen partido para cualquiera, pero no para mí.

— Debes ser bastante popular entre los jóvenes. — Rió levantando una ceja.

JunMyeon tomó un sorbo de su bebida antes de responderle.

— Sí... No... No lo sé. — Se encogió de hombros — En el único mundo donde realmente me interesa destacar es en el de la construcción. Y ya lo hago. — Sonrió con aires de grandeza y luego se rió.

— ¿Cuál fue tu proyecto más grande hasta ahora?

— El hotel y resort Sunlight, de casi setecientos metros de altura. — Dijo orgulloso — Aún me queda dinero de todo lo que me pagaron allí. — Hizo una mueca.

— ¿Ese está en West Hills, verdad?

— Síp. — Asintió — Trabajó mucha gente allí pero los principales fuimos Baek, Gigi y yo.

— No sé quienes son, pero me los imaginaré. — JunMyeon le dió un golpecito en el hombro antes de sacar su celular del bolsillo — Él es BaekHyun, mi mejor amigo arquitecto reconocido.

Era el que estaba besando su mejilla en el fondo de bloqueo. La lengua de Oh chocó contra su mejilla.

— Y ella es Seulgi, más conocida como arquitecta Kang. — En el fondo de inicio, la chica besaba la mejilla de JunMyeon — Fue mi novia en secundaria cuando no quería asumir que era gay. — Rió ante los recuerdos — Pero siempre fue mi mejor amiga.

— Wow... Yo tengo una sola mejor amiga aquí y es Katie, que seguro ya me odia. — Negó.

— Es buena persona. Y sirve unos tragos buenísimos. — Rió.

Continuaron hablando entre risas y comida, Gyu recibió unas medialunas también mientras trataba de jugar con otra cachorra, que le gruñía y le sacaba los dientes.

— Entonces, tus padres son de East Hills y vas a visitarlos siempre que no tienes trabajo, debe ser difícil. — Dijo SeHun.

— En realidad no, es decir, siempre que tengo un trabajo, suelo terminar rápido y me quedo libre en seguida. — Se encogió de hombros — Cuéntame de ti, si quieres.

— Me convertí en mecánico junto a mi abuelo, ya que mis padres fallecieron cuando yo era muy pequeño. — Se encogió de hombros — En cuanto a mis abuelos, él falleció a mis dieciocho y yo seguí junto a mi abuela con el taller, luego ella falleció a mis diecinueve. Y aquí estoy.

— Lo siento mucho, debió haber sido fuerte. — Hizo una mueca.

— De hecho no, estoy tranquilo. Muy. — Sonrió — No llegué a conocer a mis padres pero sé que mis abuelos dieron lo mejor de ellos, y yo les dí lo mejor de mi para que estuvieran bien.

— Aún así, ¿no los extrañas un poquito?

— A veces, más que nada en las fiestas. — Hizo una mueca — Pero Gyu está ahí, así que es más llevadero.

— Eso es genial. — Sonrió — ¿Cuál flor es tu favorita?

Las gardenias se han vuelto mis favoritas. — Respondió — Hay algo en ellas que me transmite paz y me recuerdan a muchas cosas.

A todo esto, el pelinegro miraba fijo al castaño quien tenía los ojos posados en Gyu, que correteaba a unos pájaros en un fallido intento de jugar con ellos.

— ¿A qué te recuerdan? — Volvió su vista al menor.

— A cosas lindas, muy lindas. — Sonrió.

Continuaron hablando hasta que se hizo de noche y comenzaron a caminar hasta la casa del castaño, quien llevaba puesto el abrigo de Oh porque le había entrado el frío y su campera era finita.

— Nos vemos, entonces. — Estuvo a punto de despedirse cuando lo oyó hablar nuevamente.

— ¿Qué es eso detrás de ti? — Apuntó con dedo índice.

Alarmado, JunMyeon miro a ver de qué se trataba y al notar que no había nada, volvió la mirada al frente.

Y en una milésima de segundo los labios de SeHun estaban sobre los suyos, besándolo de forma suave.

— Nos vemos luego. — Dijo cuando se separó, comenzando a caminar con Gyu.

— S-Sí... — Se tocó los labios, sintiendo su cuerpo hormigueando.

SeHun le gustaba, y mucho. 

OH'S GARAGE | SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora