Capítulo 9

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— Entonces... — JunMyeon jugó con sus manos — ¿Quieres acompañarme a la apertura del centro comercial?

— Queda muy lejos, no lo sé. — Se movió en la cama del castaño.

— ¿Es en serio? Hunnie, estamos a tres malditas cuadras. — Rió — Vamos, es uno de mis mejores proyectos...

— Puede que lo piense. ¿Cuándo es? — Se rascó el abdomen.

— Mañana. — Respondió.

— ¡No llegaremos! Hay que quedarnos durmiendo. — Se estiró.

— Son la una de la tarde y tenemos más de veinticuatro horas...

— Bien, tú ganas. — Sonrió — Quiero ver qué vas a ponerte. — Le guiñó un ojo.

— Tengo unos outfits pensados. Espérame aquí. — Dijo emocionado y salió corriendo de la habitación, yendo hasta su guardarropas.

Volvió al cabo de cinco minutos con varias prendas entre sus manos y bajo la atenta mirada de SeHun, empezó a quitarse la ropa.

Claro está que no tenía percepción del efecto que tenía sobre el pelinegro.

— ¿Qué opinas de este? — Se dió una vuelta.

Un cardigan azul con una camisa blanca debajo y unos jeans negros ajustados, zapatillas y un saco gris.

— Me gusta.

Volvió a desvestirse, tomando esta vez un jean color azul clarito junto a una camisa roja y zapatos negros junto a un saco del mismo color.

— ¿Y?

— También me gusta. — Lo miró de arriba a abajo, era malditamente precioso.

Volvió a desvestirse y esta vez Oh habló antes de que tomase el outfit restante.

— Así me gusta más. — Se relamió el labio, su mirada fija en la silueta del castaño.

JunMyeon se sonrojó por completo e hizo el amague de cubrirse pero, en pocos segundos, SeHun estaba frente a él besándolo y no pudo hacer más que corresponder bobamente. Gimoteó levemente al sentir cómo las grandes manos del pelinegro apretaban sus nalgas con fuerza y se aferró a sus hombros.

Cuando se separaron, el rostro del castaño estaba hormigueando y el más alto de los dos sin dudas quería más pero, maldición, no sabía hablar.

— ¿Quieres seguir adelante? — JunMyeon lo miró con ojitos brillosos — Sé en lo que piensas y también que no sabes cómo decirlo.

Sonrojándose levemente, SeHun asintió y volvió a besarlo, comenzando a caminar hasta la cama donde nuevamente perdió la poca vergüenza del momento y arrojó a JunMyeon en la misma.

— E-Espera... — Jadeó el castaño — N-No es j-justo que yo sea el único desnudo. — Lo miró fijamente, siendo que el mayor ya se había deshecho de su ropa interior, dejándolo como vino al mundo.

— ¿Por qué no? — Se acomodó entre sus piernas, posando sus manos a los costados de su cabeza.

— P-Porque no... — Respondió haciendo puchero — ¡Ah!~ — La mano del menor tomó su pene y comenzó a moverse.

Se aferró a su remera cuando los movimientos comenzaron a ser más fuertes; debido a la posición en la que se encontraban, los gemidos de JunMyeon resonaban en el oído de SeHun, quien estaba más que encantado con el sonido de su dulce voz.

— Uhm... — Jadeó cuando los grandes dedos del tatuado rozaron su entrada.

— ¿Tienes lubricante? — Jadeó el pelinegro.

OH'S GARAGE | SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora