Prólogo.

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Contemplábamos la Torre Eiffail. 

Le agarré bien la mano porque me daba mucho vértigo.

Me daba mucho vértigo lo que vendría después, esas consecuencias, por traicionar, porque sí, traicionamos ese tú y yo sagrado. 

TÚ Y YO,  UNA VEZ MÁSWhere stories live. Discover now