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ingesta de alcohol,
UA en el que no hay maldiciones,
escenas soft / románticas, sobre todo,
hay alto contenido OOC (out of character).
no hay presencia de nada +18.
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En la orilla del tumulto comprendido por una bulliciosa multitud atestada de jóvenes danzando al compás de la melodía, ase con firmeza la copa ingiriendo de un único sorbo la cantidad restante de licor que reposaba minutos atrás y se vuelve, oteando a su acompañante. Tan presuntuoso, singular y simultáneamente irresistible... Porta con distinguida desenvoltura un impoluto traje azul marino que se adecúa en los lugares donde tiene que hacerlo para desentonar con facilidad sobre la afluencia, clamando intereses y creando otras tantas predilecciones no solo por su vestimenta; su rostro es el mayestático concepto de apolíneo. Su cabello blancuzco despunta a la par con sus refulgentes ojos cerúleos, su nariz es respingada sin ser excesivamente burda y la forma del semblante sigue una delgada línea que también la traza por su mandíbula, haciéndolo visualmente más varonil; él es la definición al conceptual vocablo de lo exótico y sugestivo.
Es lo entendido lo que ensalza exponencialmente su ego sobre sí mismo con mayor vanagloria.
Mal que siendo íntegramente consciente —o no tanto— de lo que sucede en su periferia, decide complacer las ambiciones tanto ajenas como propias. Devolviendo una mirada transigente predispuesta para suprimir la lejanía a la que distan sus anatomías, acerca su boca a la contraria.
Deja de tener consciencia del griterío a su alrededor cuando Gojō acaba por tomar el control de sus acciones, deslizando con suavidad una de sus mojigatas manos alrededor de las curvas femeninas, definiendo la línea que discurre por su cadera. Con la otra, instiga a la chica a continuar con la situación. Tampoco desea parar, sobre todo cuando los juguetones labios de Satoru descienden por su mandíbula y una vehemente ambición se acapara de su raciocinio...
