chōsō kamō

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🗯 chōso kamō. ♡%

universo alternativo

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universo alternativo

ubicado en la época actual, sin spoilers,

hay contenido OOC (out of character).

hay mucha presencia de contenido

narrativamente explícito y/o erógeno.

espero que se entienda el concepto que

intento demostrar.

espero que os guste, es mi segundo escrito

del año, literalmente 😭😭😭

Las inexpertas manos delinean con extrema delicadeza la voluptuosidad de la femenina tez nacarada que discurre yuxtapuesta sobre la propia anatomía, y cuya predilección radica vehemente en el reflejo del frenesí de emociones acumuladas en su psiqu...

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Las inexpertas manos delinean con extrema delicadeza la voluptuosidad de la femenina tez nacarada que discurre yuxtapuesta sobre la propia anatomía, y cuya predilección radica vehemente en el reflejo del frenesí de emociones acumuladas en su psique desde el primer momento. Larga suspiros trémulos al sentir el tacto ajeno sobre su figura, a pesar de que la ropa continúe en el correspondiente lugar, y gracias a ella, no lo hará por mucho más tiempo.

Desprendiéndose con rapidez de la ataviada camiseta oscura que portaba anteriormente, el curioso mirar jamás se permite alejarse de ella mientras tanto, oteando encandilado las maravillas que yacen debajo de esas prendas y que solo a él se le ha otorgado el mayestático privilegio de poder hacerlo. Atrevidas curvas, pliegues y exuberantes redondeces que solo él puede trazar, discurrir con sus prolijos dedos. Exquisita dermis que ansía recorrer con su boca, quizás también con las manos, si se lo permite. Extensos recorridos de exploración con los que se deleitará. Desliza la diestra con mimo, por el cuerpo femenino, impregnando el ambiente de suma adoración, descendiendo desde la espalda baja, rozando la cadera y venerando a la diosa presente que está a horcajadas encima de él, moviéndose paulatinamente, incitando a más.

Ni siquiera se ha percatado de que de los pantalones se deshizo tiempo atrás, cuando sus figuras aún no estaban entrelazadas como lo están este momento. Mejor. Ahora, es capaz de sentir el sedoso tacto de su cuerpo aprisionado contra el suyo, emanando una entrañable calidez que desea poseer eternamente.

—Esto nos sobra, ¿no crees? —interroga, retórica, mínimamente petulante. Sonríe embaucado por la flagrante belleza predispuesta a él. Ella devuelve el gesto, ayudando en la labor de desprenderse de las prendas contrarias, deslizando sus pecaminosos labios sobre el cuello masculino y arrancando varios suspiros silentes.

—Sí.—asiente en respuesta, deshaciéndose con rapidez de sus innumerables capas, antes de que su cerebro se abrume en demasía.

El calor efervescente que emana la divinidad que subyace sobre él es exasperante, tanto, que ansía con ímpetu impregnarse bajo su piel, absorber su esencia, colmarla del infinito amor que late por ella. Odia ser completo desconocedor de cómo proceder correctamente y sin embargo, permite que ella misma sea quien le guíe con cariño y paciencia, a pesar de su imperiosa necesidad por poseer. Bisbisea una suave maldición que no es interceptada por la presencia femenina, puesto que está ocupada manteniéndose enfocada en el apolíneo y escultural torso bajo sus piernas, deslizándose paulatinamente y creando una obscena fricción entre ellos causante de un enmarañado revuelo en su mente que le impide racionalizar con lógica.

—Ven aquí.—solicita, inclinándose para sellar su cercanía, con su piel derritiéndose por el contraste de temperaturas, apaciguado por las manos masculinas que rodean su cintura. Colisiona sus bocas con fuerza. Abren sus belfos, delinean sin premura las comisuras del otro. La cadencia es demandante, pero también idílica, paradisiaca, frenética... La combinación resulta explosiva. Sin separarse demasiado, toma entre sus manos la diestra contraria, orientándola hacia sus senos.—Hazlo así.—sosteniendo entre sus manos la contraria, retuerce con suavidad su pezón. Su piel se eriza súbitamente, se estremece. Su tacto es frío, derritiendo la calurosa barrera de su dermis.

Chōsō, como todo un neófito en la materia, obedece recreando la misma acción varias veces, obteniendo quedos jadeos femeninos los cuales disparan su crepitante anhelo. Queda prendado de la visión, del sonido, de la situación que acontece ahora mismo. Necesita escuchar, ver más. Así que cuando sella con su boca la aureola que anteriormente había estado acariciando, se deleita cuando sus oídos son bendecidos por los lloriqueos de Eri suplicando por más. Sonríe contra su cuerpo, besando, lamiendo, mordiendo la extensión de piel que aparentemente es una zona erógena para ella.

—Chōsō...—musita, temblorosa. Sus muslos oscilan, sus labios tiemblan. Su caótico aspecto resulta apabullante. Sus palabras merman al volver a sentir la calidez de la lengua en el valle de sus senos, discurriendo por su piel hasta enroscarse en el otro lado, absorbiendo y mordisqueando—. Ahh, yo...

—Shh... Quiero escucharte más.—gira sus cuerpos, manteniéndose sobre ella mientras la permite descansar su espalda en el colchón. Su rostro desciende, sin dejar de acariciar los tersos senos a su completa disposición. Sus belfos recorren con angustiante lentitud la expuesta dermis erizada, otorgando diminutos besos conforme traza un sendero hasta sus muslos.—¿Puedo? —asciende durante unos breves segundos el mirar, buscando el silente e implícito permiso que le ha sido concedido instantáneamente para ahondar en el vórtice aún no descubierto.

Eri se deshace bajo sus inexpertas caricias. Arquea su espalda formando un extraño ángulo. Sus muslos se retuercen con tanta violencia cuando la tórrida lengua de su amante se desliza entre sus piernas, desdibujando sus pliegues, discurriendo por los bordes y adentrándose en las profundidades de su máximo y exorbitante punto de placer, que él mismo debe sostenerle por los tobillos.

—¡Hmm! ¡Ah! —sus gemidos son constantes, son los ecos de sus respiraciones profundas. Con el aliento envolviéndose alrededor de sus belfos bermellones, de los cuales salen monosílabos irreconocibles, mantiene los ojos cerrados, las manos sobre su melena y las piernas temblorosas... Es un bonito caos que Chōsō es consciente, nunca dejará de querer presenciar. Inconscientemente, sus labios capturan con delicadeza el capuchón del clítoris, su lengua deslizándose hacia abajo y recorriendo el mismo sendero trazado con anterioridad, las caderas femeninas se sacuden con más fuerza—. ¡Ah!, ¡uhm, ¡Chōsō!

Con su excitación discurriendo bajo sus muslos internos, su respiración vuelve a adquirir una sincronía con menor rapidez, su cuerpo lánguido descansa sobre el colchón.

—Quiero más.

—¿Qué? —cuestiona, ajena al movimiento de cabeza que su novio acaba de realizar—. ¡No, espera, Chōsō! —sus jadeos regresan, abrazándose más a su pareja.

𝒜𝑅𝐸 𝒴𝒪𝒰 𝐿𝒪𝒩𝐸𝒮𝒪𝑀𝐸 𝒯𝒪𝒩𝐼𝒢𝐻𝒯? ✷ JUJUTSU KAISEN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora