Sé feliz como el cielo.

Fuiste, eres y serás tú entre millones de estrellas.

Al descubrir algo nuevo, tienes nuevos gustos.

Cuando era más pequeña, sentía una conexión importante, conexión inmediata, conexión mágica, real, con el cielo, por más surrealista que suene. Me sentía tranquila, con calma, en paz.

Juro que jamás me sentí así con alguien, más que... con él, podía estar horas y horas viéndote y perderme, siento que recorro mil épocas cuando observaba sus ojos, un abrazo suyo, suyo como tu sonrisa, suyo como mi amor

Su sonrisa era igual de brillante que los rayos del sol, sus ojos reflejaban una mirada tan tierna como dos algodones que se convertían en nubes de un cielo azul, pero su voz era tan clara y fuerte como una ventana que te deja traspasar ideas, pensamientos y... EL TIMBRE.

Regresar a casa con él, venir riéndonos de todo lo que nos ocurría, cuando menos nos dimos cuenta, eran las 8 de la noche... ¿¡8 DE LA NOCHE!? Es posible, sentí tan poco tiempo a su lado, pero no, no fue así y esa noche pensé en sí aún estaba tan loca por él, me dijo que ya estaba en su casa, sonreí. Ahora lo amo más.

Pasaron mariposas volando frente a mi ventana, detrás de ellas iban unos fuertes rayos de sol, seguido de hojas color café que crujiendo mientras se rompían le daban paso a copos de nieve, blancos con un contorno azul claro a su alrededor.

Y así pasé un año más con él, un año más.

Desde que inicia el día al terminarlo estamos hablando, y sé con exactitud que sin importar lo que nos depare el futuro recordaremos este momento, porque somos él y yo, sin asegurar nada creo que estaríamos bien por mucho más tiempo así.

Pero el tiempo pasa y nuestra juventud presiona, presiona a tal punto de querer llorar, huir. Preguntan, preguntan, preguntan con intriga, con cizaña, con curiosidad.

Y comienzo a preguntarme, a preguntarle, de todo el mundo, ¿en qué lugar estamos? ¿a qué sección pertenecemos? ¿socialmente, qué somos?

Así que sin preguntarle allí estamos, entablando conversación del tema.

/Mensaje de whatsApp/
-He pensado, tú eres muy talentosa y al buscar el mi talento me di cuenta de que me gusta mucho la música, así que he aprendido a tocar la guitarra.
-Genial, ¿podría oír alguna canción?
-Claro
Él tocó la canción "Labios rotos" de Zoé y estoy segura que siempre agradeceré ese detalle.
/Fin de la conversación/