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"The parrots beak" era el bar que recibió a Jungkook esa noche, no había sido su mejor opción pero al haber olvidado llenar el tanque de gas de su auto no le quedaba de otra más que ir a pie al bar que más cerca le quedaba, aunque por desgracia no tenía la mejor fama. Pero a decir verdad, ya estando ahí, no lo veía tan mal. Tal vez era que no estaba tan desagradable como lo imaginaba, o tal vez simplemente no le importaban los detalles secundarios; todo estaba bien si había alcohol.

Ya a dentro, tuvo que chocar con varias personas mientras intentaba buscar una mesa libre, rozando codo con codo con aquellos desconocidos. Las luces del lugar seguían una temática que desconocía pero decoraban todo de un color rojo intenso. Algo característico que había escuchado de ese bar, era que la gente llegaba a montones porque el vino de la casa era tremendamente barato, ya que era el más adulterado que se podía conseguir, aunque por su parte prefería pedir simplemente vodka.

Visualizaba poca gente sentada, ya que la mayoría se hallaba bailaban al ritmo de la música que estaba tremendamente fuerte, observaba sutilmente como juntaban sus cuerpos unos con otros de todo tipo de maneras, unas más descaradas que otras. Se echó un trago envidiando la forma tan libre en la que se movían. Quisiera bailar en ese momento, aunque sólo era un deseo muy vago.

Una persona en particular le llamó la atención, pues se movía como las olas del mar, al ritmo de la música que distinguía como R&B, aparte que su cabellera color menta era muy llamativa. Era terrible que la forma de moverse de aquél chico le recordara la vez en se encontraba en su habitación, sentado en su cama y desde ahí, observaba como su chico se dejaba llevar por la música que se reproducía desde la radio, recordaba que en cuanto sus oídos captaron que era su canción favorita del momento, casi en automático su cuerpo se movió al compás de la canción. Se quedaba embobado por minutos mirando las caderas de Jimin meneándose, mientras alzaba sus brazos y los sacudía de forma totalmente despreocupada. Era de los mejores recuerdos que tenía. Y por un momento, el de cabello menta le pareció era él.

Salió de golpe de sus pensamientos cuando el peli azul dejó de bailar de golpe y se perdió entre la gente, yendo quién sabe a dónde. Tomó la botella de vodka que aún estaba a la mitad, antes de ponerse de pie y encaminarse en su búsqueda: ya que por alguna extraña razón, no quería perderlo de vista. Ya con el alcohol haciendo su efecto, no medía la fuerza con la que empujaba a la gente para que salieran de su camino. Era algo agobiante tantas personas.

Casi a empujones, llegó al fondo del bar, donde estaba el muchacho que al tenerlo de frente lo miró con recelo y una pisca de confusión. Ya de cerca, notó que uno de sus brazos estaba roto y llevaba consigo un yeso lleno de rayones de tinta negra, con la mano sana y libre, sostenía un cigarro, que por alguna extraña razón acercaba a la alarma de humo, buscando hacerla sonar, cosa que logró a los segundos. La alarma se activó y comenzó a emitir luces de color azul, que se mezclaban con las rojas que ya había y el ensordecedor pitido se hizo presente, aunque casi ni se distinguía con el ruido de la música.

Jungkook aclaró su garganta antes de hablar, buscaba decir un simple "hola" o "¿qué tal?" pero cuando las palabras salieron de su boca, ni siquiera él logró escucharse, el ruido era demasiado. El muchacho río ante su intento fallido de comunicarse y se acercó con cautela, tiró el cigarrillo al suelo y sin pedir permiso le arrebató la botella, al parecer quería beber un poco.

(...)

Ambos estaban con la espalda recargada en la pared de azulejo, dejando que sus brazos se tocaran por la proximidad, mientras se pasaban la botella de cuando en cuando para darle un trago.

Cuando la botella estaba medio vacía, tomó la libertad de empinarse lo último, alzando la cabeza para que hasta la última gota de alcohol terminara en su boca. Con sutileza sentía los dedos ajenos tocando los suyos, le miró de reojo y captó sus intenciones. Enseguida se deshizo de la botella, tirándola por ahí.

Sólo fue cuestión de girarse para terminar abrazando el cuerpo del peli azul, que yacía acorralado contra la pared. Sus pechos chocaban y se las arreglaron para enredar sus piernas de la forma más cómoda posible, dejando que sus entrepiernas rozaban con sutileza gracias a la cercanía.
Su mano se posó en la pequeña cintura de otro para atraerlo más, mientras él lo abrazaba por el cuello. Estando tan de cerca, pudo observar que su piel era muy tersa y pálida, cosa que contrastaba con sus ojos oscuros. Miró sus labios que estaban resecos y algo maltratados, pero cuando se aventó a besarlos, el otro lo paró. Entendió que quería divertirse con él, pero no deseaba ser besado. Cosa que comprendió.

Pocos segundos pasaron para que todo fuera un manojo de jadeos que apenas ellos alcanzaban a escuchar, los cuales eran ocasionados por los manoseos que ambos se daban: sus manos iban de sus piernas a caderas, para después subir a su cintura e ir por debajo de su playera hasta su pecho. Jungkook era el que llevaba el control y el que creaba un pronunciado roce de entrepierna que les producía cierto placer a los dos. Como los besos era un privilegio que no tenía, se escondía entre su cuello para morder y lamer la piel de esa zona.

El más bajo acercó su boca a su oreja y en un tono seductor, le hizo saber su nombre "Suga" logró entender, aunque sabía que no era su nombre real. Aprovechando que el otro se había cambiado el nombre, suponía que no le importaría si le preguntaba con voz grave y algo entrecortado:

— ¿Puedo llamarte por su nombre?

Sus movientos no cesaron, ni tampoco los toques que se daban, por un momento imaginó que la respuesta sería afirmativa. Sus cuerpos estaban pegajosos debido al sudor que recorría sus cuerpos, los cuales se pegaba aunque la temperatura fuera alta, produciendo así más calor entre sí, ocasionando que las paredes se empañaran de vapor. Suga aprovechó eso para escribir con su dedo en ella "No, no puedes llamarme por su nombre".

Jungkook sólo necesitó eso para perder el interés.