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-Renjun, no es la primera que haces esto. Sabes que aquí es donde estás seguro, no queremos que te hagas daño.

-Pero no me hice daño...

-No esta vez, por suerte. Pero ha sucedido antes. Y ahora te escapaste con otros dos pacientes ¿por qué?

-Amo a Nana, tenía que venir conmigo, ser libre. Lucía tan triste...

Este consultorio era más grande que el de Taeyong; también tenía sofás más cómodos y ventanas más amplias, pero una sensación nada parecida a la comodidad asediaba al muchacho rubio que no había parado de removerse inquieto.

-Jaemin casi obtiene su alta. No necesitaba que lo liberaras.

-Usted no entiende, Señor Taeil. Sólo yo puedo librarlo.

Hubo un leve suspiro por parte del castaño claro con su bata impecable sobre el traje pulcro. Parecía que el avance de semanas se iba a la basura cada vez que Renjun regresaba con un nuevo episodio, y los maníacos eran los peores. Le hacían sentirse el salvador del mundo.

-¿Quieres hablar algo sobre eso? ¿Qué es lo que te hace el único que puede librarlo? ¿Librarlo de qué, precisamente?

-De sí mismo, y de Jeno. Quiere confundirlo y apartarlo de mi lado. Sólo yo puedo entenderlo.

***

Su ropa limpia emanaba un aroma muy neutro, nada que ver con la noche anterior, que apestaba a sudor y alcohol. Algunos recuerdos flasheaban en su mente y hacían cosquillas en sus labios cuando se trataban de Renjun besándolos.

No recordaba haberse puesto tan ebrio, sin embargo, no sabía bien cómo había regresado ahí y despertado en su cama... o bueno, no su cama, la cama del hospital.

Ahora su cabeza dolía y apenas voltear a ver el tazón con avena frente a él le causaba náuseas. 'Resaca, nunca más' ya recordaba por qué jamás bebía, pero Renjun invitándolo tan seductoramente lo hacía tan atractivo, tan... arriesgado.

-¿Jaemin, estás bien? No has hablado en todo el día -ser acogido por "The Gang" tras su llegada era tal vez lo único bueno que le había pasado allí, todos hacían un buen trabajo sacándolo a flote cada vez que sentía que se ahogaba. Porque eso era lo que hacían, ayudarse el uno al otro. El moreno seguía teniendo su mirada fija en él esperando una respuesta.

Era la hora del almuerzo, Renjun no estaba en la cafetería y de hecho no lo había visto durante la mañana, no había podido recordar qué había pasado luego de los recuerdos borrosos de la pista de baile y un inmenso cóctel de bebidas. Justo en ese momento Jeno entró por la puerta 'Quizás él recordaba'.

Esperó paciente a que el pelinegro se sentara a su lado como había sido costumbre en el último par de meses, sin embargo eso no ocurrió. La mirada de Jeno pasó de él y simplemente se sentó en el otro extremo de la banca.

Inmediatamente un aura tensa se posaba sobre el ambiente, como mencionaba, Jeno y Jaemin parecían haberse vuelto inseparables últimamente, de modo que verles tan lejos debía significar algo. Algo malo.

Nana volvió a clavar sus ojos en la bandeja de comida sin tocar contrariado, algo confundido ¿Había hecho mal? No había manera de que supiera que a él también le gustaba el rubio; en especial si el pelinegro de anteojos ni siquiera quería admitirlo. Era mucho peor porque todos en la mesa se quedaron callados fingiendo comer con gusto y porque 'Maldita sea, no puedo siquiera recordar lo que pasó anoche'. Había trozos de memorias, pero faltaban pedazos grandes que por más que su mente se esforzaba, no podía traer de vuelta.

Del otro lado de la mesa Jeno ponía todo su empeño para mantener su vista alejada de Jaemin. Estaba furioso, o decepcionado, o frustrado. Ni siquiera sabía cómo debía sentirse ahora, sólo seguía mordisqueando la uña de su dedo pulgar hasta que una punzada lo hizo parar. 'Mierda' estaba sangrando, de nuevo.

I Didn't Plan My Life Like This ||NoRenMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora