Prólogo

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-¿Vas a tomar eso?

-¿Disculpa?

-Podría ser veneno y no lo sabes. Estoy seguro de que lo es ¡Sólo mira a tu alrededor, parecen todos unos muertos! -el chillido del sujeto con mechas rosa-anaranjadas perturbó en un segundo la paz que el pelinegro tardó semanas en recuperar. 'Un nuevo ingreso, seguramente' pensó mientras rodaba los ojos y rápidamente vertió el contenido del vasito de papel dentro de su boca echando la cabeza hacia atrás.

'Veneno, eso sería más útil' pensó el delgado chico de tez aperlada a la vez que tragaba las plegosteosas cápsulas que casi se adherian a su garganta. Igual, ya estaba acostumbrado. 'No, Renjun, no pienses eso. Recuerda lo que dijo tu terapeuta'. Con un suspiro volvió a colocar sus pensamientos en orden y se dispuso a dejar la fila para que el siguiente tomara su dosis de medicina.

Dos días, sólo dos días más y sería libre otra vez.

Aunque...

Volvió su mirada al chico escandaloso, era auténticamente apuesto. Lo escaneó de arriba a abajo sin apuro y sin discreción. Se tomó el tiempo de imaginar si debajo de esa boba camisa de lunares azules había un six-pack bien torneado, porque lo parecía.

-Na Jaemin, estas son las tuyas, por favor tómalas -el enfermero rogó al de mechas coloridas, claro que él negó rotundamente listo para defender a capa y espada su teoría de conspiración.

-¡Nunca! No moriré aquí

-Jaemin-ah, nada va a sucederte, mira... -el sereno enfermero castaño intentó acercarse más a Jaemin para inspirarle confianza, siendo rechazado al instante con un empujón del otro que casi lo manda al suelo. Renjun observaba la escena un tanto lejos recargado sobre una pared de brazos cruzados y una ceja alzada.

-¡Aleja esa cosa de mí! ¡Aléjate de mí, no van a envenenarme! -los pasos apresurados de otros dos enfermeros de traje color aqua se hicieron escuchar acercándose al sitio. Sabía lo que pasaría a continuación, nada bueno. Lo sedarían y llevarían al cuarto acolchado, podía verse reflejado en él.

'Bueno, suficiente' pensó.

-Oye, tranquilo amigo... Nada va a pasarte -alzó sus manos en gesto tranquilizador aproximándose cauteloso pero con paso seguro- ¿Ves? Tomé lo mismo que tú, y estoy bien. No he muerto.

Centímetro a centímetro logró tomar el vasito que era para Jaemin y se lo tendió una vez más. El enfermero de antes tenía plena confianza en Renjun, pero aún así le preocupaba que siguiera haciendo esas cosas sin ser parte del personal. Quiso dar un paso en dirección a ellos pero el pelinegro lo detuvo.

-Descuida, Dejun. Ya estamos bien ¿no es así? -dijo esto último en dirección a Jaemin.

-¿Bien? Yo estoy bien, estupendo. -el pequeño cilindro de papel fue casi arrebatado de la mano del más bajo- Sólo no le encuentro el caso a que quieran darme medicamentos si estoy perfectamente bien -a pesar de la perorata, Jaemin ingirió finalmente las pastillas, haciendo un gesto de desagrado al tragar.

El medicamento no tardó mucho en comenzar a hacer efecto y el recién ingresado, aunque todavía parecía irritado, estaba menos exaltado. De forma que Renjun se acercó más a él.

-Huang Renjun, Trastorno bipolar tipo 1.

-Na Jaemin, lo mismo, al parecer. Mucho gusto -Jaemin estrechó su mano con euforia y el pelinegro ocultó bien que le estaba triturando los dedos con tal fuerza mientras decía para sí 'Mucho gusto. Es lo que yo digo'.

I Didn't Plan My Life Like This ||NoRenMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora