3. Luiamoe

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No respondía. No se movía. Ahí estaba, quieto, sin decir nada, sin hacer nada. Ahí estaba, de pie, observándome, analizándome, pensando en que decir, tal vez otra mentira o la verdad. Suspiré cansada. Abrí la boca para volver a repetir la pregunta, pero él decidió por fin abrir su boca y hablar.

- Te prometo que te lo diré, pero hoy no. - dijo con una mirada cansada la cual me molestó.

- Llevo 17 años esperando encontrar a mis padres biológicos. Aunque nunca me hubiera interesado hasta ahora, siempre quise saber quienes eran, y sé que tú sabes quienes son, y no me pienso ir de aquí hasta que me des una respuesta. - dije molesta por la situación - Como usted bien dijo que tenía un gran intelecto, no he dudado ni un segundo en saber que uested y el chico de ojos amarillos ya sabía de mi existencia y quienes eran mis padres, pero como no sabía el paradero de aquel chico fui hacia usted... - me interrumpió.

- Espera. ¿Chico de ojos amarillos? - preguntó nervioso.

- Sí. ¿Por qué? ¿Pasa algo malo? - pregunté extrañada por su reacción.

- Mierda. - dijo comenzando a recoger sus cosas.

- ¿Qué pasa? - estaba totalmente desconcertada. Su repentina reacción me ponía nerviosa y a la vez curiosa por saber lo que estaba pasando.

- Si él te ha encontrado, significa que ellos también pueden hacerlo. - se dijo a si mismo a mi parecer.

- ¿Quiénes son ellos? - preguntó ahora Sky.

- Seguarmente me habrá seguido. - ignoró a Sky y siguió hablando por su cuenta - Tengo que sacarte de aquí. - dijo para después mirarme - Tu collar. Ya se le debe haber agotado el poder que contenía. Llevame a tu casa Juno. - lo miré extrañada - ¿Quieres salvar tú vida? - asentí - Pues haz todo lo que yo te diga de ahora en adelante. Ahora mismo hay que ir a tu casa y decir que no volveras a este mundo. -

- Espere ¿Este mundo? ¿A qué se refiere con este mundo? - pregunté.

- Juno, ¿has notado cambios en ti? - preguntó y yo lo miré extrañada.

- ¿Cómo qué? 

- Menos cansancio, más velocidad y agilidad, tu cuerpo más caliente, vista y oidos más definidos, más energía. 

Era cierto que había sentido las tres primeras. Me toqué el brazo y no me di cuenta hasta ahora que mi cuerpo estaba más caliente de lo normal, y era verdad que me sentía con más energía. Con esa energía de que podría hacer 100 vueltas a la pista del patio sin cansarme. Ahora mismo estaba sintiendo como mi cabeza daba mil vueltas por ello. No le respondí, la cual cosa para él fue una respuesta.

- Tu cara me dice que sí, al igual que tu silencio. - cogió su mochila - Debemos irnos. 

- Yo conduzco. - dijo Sky y la miré - Hay que sacarte de este mundo porque estás en peligro según este hombre ¿no? - el profesor asintió - Pues vayamos a salvar tu vida. Vamos - dijo cogiéndome del brazo para después arrastrame dirección al estacionamiento.

No. No quería irme. Según el profesor Wood no pertenecía a este mundo. ¿Qué significaba eso? Sí, tal vez nunca me sentí que encajaba aquí, pero Sky hizo sentirme perfectamente acogída. Y ¿ahora qué? ¿Qué significaba todo lo que estaba pasando? ¿Realmente existía otro mundo? ¿Realmente esto era verdad? ¿Realmente tendría que irme de un mundo del cual he vivido 17 años? ¿Realmente esto existe? O ¿solo ocurré en mi cabeza? ¿Es un sueño? ¿Es la realidad? O ¿es una pesadilla de la cual no puedo escapar? 

Nos subímos al coche de Sky. Ella conducía, el profesor iba detrás y yo de copiloto. Estaba totalmente desconcertada. Necesitaba respuestas. Y no me pienso ir y hacer caso a alguien que no conozco. No si no obtengo respuestas coherentes.

El poder que llevas dentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora