-conocerás al hombre que te hará acreedora de toda tu fortuna y piensas ir vestida así, Amelia?- pregunto Eli totalmente furiosa al verme en unos jeas gastados y una camiseta con volados.
-que tiene de malo para no gustarte?- dije cruzando los brazos y viéndome al espejo. -es simple, cómodo y no tira la idea incorrecta.
-idea incorrecta? Que idea incorrecta crees tu que podrías dar?- se acercó a mi y miro mi reflejo con un ceño fruncido- por que la única imagen incorrecta que estas dándome justo ahora cariño, es que tu trasero empieza en tu sentirá y termina en tus rodillas y que tienes un mes de embarazo y estas tratando de ocultarlo con ese montón de bolados-
Golpee su brazo y ella se quejo -no me golpees- dijo sobando el lugar donde mi puño había hecho fuerza- yo solo digo la verdad. -me miro y suspiro hondamente- eres bonita y sexy, ¿por que no aprovechas eso?-
-no quiero que el me vea así- dije incómoda- no quiero que me vea como las típicas niñas ricas con minifaldas y mini tops enseñando sus siliconas- Eli solo soltó una carcajada y yo ceñi mi frente.
Cariño, tu no podrías verte así, por que para empezar no tienes pechos- punto a su favor, era cierto, yo era plana de enfrente- pero hay algo que olvidas...- ella me miro con lujuria- tienes piernas de porcelana y un buen trasero- dijo dando una nalgada en el. -asi que usalo bebé y ponte esto- dijo sacando un vestido negro simple que ella me había regalado hacia años para que lo usará en la boda de su hermano, pero yo me negué por completo al pensar que no era para mí. -hazme el honor de usar esta preciosidad, jamas te lo he visto puesto desde que te lo di.
La mire y suspire, pensé, pensé y pensé -vale, dámelo. Solo lo hago por que tu me lo pides. -Eli aplaudió y sin mas me coloque el vestido, acompañado de unos tacones negros aguja que hacían juego. Eli soltó ni cabello y me maquilló, ella podía ser toda una mafiosa del estilo cuando lo quería, ni siquiera los de "no te lo pongas" podrían superarla.
-listo cariño, sino lo matas con esto, entonces es gay y tu madre en serio te jodió la vida- sin pensarlo sus palabras me hicieron reír y la abrace fuerte- hey tranquila, solo es una cita, te ira bien.
-tengo miedo- le dije con un nudo en la garganta.
-miedo a que?- pregunto ella.
-miedo a que mi madre no se haya equivocado y en verdad ella haya escogido mejor que yo. Tengo miedo a que el futuro que ella escogió sea mejor que el futuro que yo quería. Miedo a que ella tenga razón.- mis ojos se aguaron y una opresión en mi pecho apareció.
-tranquila, todo saldrá bien. Y si tu madre tenia razón y al final te gusta la vida que ella escogió para ti, que mas da. Tu simplemente te equivocaste al nunca escucharla y esta bien. Amy tu solo buscabas tu felicidad, y tenias derecho a equivocarte- ella tomo mi mano y limpio una lágrima de mi mejilla. -todos nos hemos equivocado, sino mirame a mi- yo la mire y sonrei- pero a pesar de todo ese pequeño error es lo mejor que pudo pasarme. No se que haría sin Emma, ella es Todo para mi.
Eli había descubrido que estaba embarazada apenas dos años atrás. El hombre con el que había estado por un año la dejo al saber que ella tenía 2 meses de embarazo. Sus padres la habían hechado de su casa y yo la había acogido en mi departamento. Cuando Emma nació su vida cambio, ella cambio y ahora Emma era todo para ella.
Tienes razón- Sonreí sinceramente. -equivocarse es de humanos-
Así es, y cariño adivina que? Tu también eres humana, de carne y hueso- escondió uno de mis mechones detrás de mi oreja y me sonrio- así que mueve ese hermoso trasero y ve a conocer al futuro padre de tus hermosos bebés, que Emma ya necesita un primito con quien jugar- reí a carcajadas y ella también. Tome mi bolso, las llaves de mi auto y la bese por última vez.
Deseame suerte- dije nerviosa
-suerte, Amy- fue lo ultimo que escuche mientras bajaba las escaleras en busca de mi futuro
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"El testamento"
RomanceAmelia Johns era la única hija de la familia Johns Miller, y eso significaba que era la única heredera de absolutamente todo, claro esta, que nadie dijo que tenerlo todo fuera a ser tan fácil. Su madre, Claire Johns, aun después de su muerte, jamás...