Mina jamás se despega de su celular, y nunca ha pedido un café a su secretaria, ni siquiera cuando enfrenta un día difícil. Pero cada mañana cuando entra a su oficina dos vasos de café ocupan una de sus manos, mismos que terminan en su escritorio hasta que alguna de sus amigas o algún socio suyo entra al lugar y lo consume.
Aquella es una situación inquietante incluso para la pequeña asistente que no entiende porque la japonesa compra algo que no consumirá, y aunque muchas teorías llegan a su mente, ninguna se acerca a la realidad.
Pero no es la única que lo intenta, pues sus amigas Jihyo y Momo también indagan muchas veces sobre el motivo de la felicidad que su pequeña Mina experimenta cada día, mientras que unos pisos más arriba la japonesa se pregunta porque esa mañana no se encontró con la semi rubia frente a la caja registradora, y porque cuando lo hizo su sonrisa estaba apagada.
La verdad era que ni siquiera ver a la pelinegra había logrado animar a la linda coreana aquel día, no después de que la noche anterior se enterara de que ninguno de sus esfuerzos tendrían los resultados que deseaba.
Fue tanta la impresión de Mina al verla tan desanimada que casi corre en su dirección para estrecharla entre sus brazos y susurrar a su oído que todo estaría bien, sin embargo, su celular reclamó su atención y su trabajo su presencia.
Todo eso unido a la cobardía que la invadió al dar el primer paso en su dirección.
— Ninguna pena merece apagar esa hermosa sonrisa, debería estar prohibida tal cosa. — Murmuraba parada frente a su ventanal recordando los sucesos de esa mañana, dejando escapar un pesado suspiro, que mas que cansancio dejaba en evidencia su frustración.
Ese fue el primero de los días que su estado animo fue insoportable incluso para si misma, pues empezaba a descubrir cuan amargo era el café sin la cantidad correcta de azúcar, algo que fue empeorando con el pasar de las semanas y detono en un irremediable mal humor al tener que resignarse de que probablemente jamas volvería a ver a la castaña pues esta había dejado de trabajar en aquella cafetería.
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¿Les esta gustando?
Todos los capítulos serán así de cortos.
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Sugar & Coffee || JeongMi
Short StoryMina y Jeongyeon se gustan, pero por la cobardía de la japonesa y la educación de la coreana, ninguna se atreve a dar el primer paso. Hasta que la vida las hace encontrarse de forma inesperada. Mina no sospechaba que su crush, era nada más y nada me...