Hija de la madre naturaleza

Capitulo 27

Leni sabía que este podría ser un desafío para ella en su nueva vida de superhéroe. No tenía idea de si sería capaz de enfrentarse a un hombre león en Royal Woods que se está volviendo loco. Lo peor es que Lincoln podría haberlo reconocido como Leo Rockefeller; el famoso cuidador del zoológico y amante de los animales que antes fue mordido por Jumba el león en el zoológico de Royal Woods. Por desgracia, tal vez Leo no pueda ayudar si se ha convertido en una bestia como un hombre león.

Ella se estaba entrenando para la amenaza que se avecinaba, y era tanto un combate cuerpo a cuerpo como usando sus propios poderes vegetales por igual. Leni estaba entrenando más ferozmente que nunca desde que sabía que tal vez no tendría exactamente una oportunidad.

Sin embargo, a pesar de que tal vez no regresara con vida, todavía tenía que intentar evitar que el hombre león causara más destrucción y caos en la ciudad, o morir en el intento. Fue gracias a su corazón dorado que Leni haría todo lo posible para intentar detener esta nueva amenaza. Fasha no era nada comparado con esta bestia que ahora corre desenfrenada en Royal Woods. No, esto será, de hecho, un verdadero desafío. El propio Lincoln estaba preocupado por el posible resultado de lo que le pasaría a su propia hermana mayor si fallaba. Casi ni siquiera quería pensar en lo que sería de la pobre, dulce e inocente Leni si perdía la lucha contra el licántropo.

¿Regresará con vida? ¿O será devorada en el proceso de intentar detener a Leo? No había forma de saberlo con certeza. Lincoln sabía que no podía evitar que Leni intentara confrontar a Leo, llevarlo ante la justicia y hacer que volviera a la normalidad. "Leni, lo estás haciendo bien." Él le dijo a ella.

"Gracias Linky." Leni sonrió. "Solo necesito encontrarlo y derribarlo". luego usó más enredaderas para derribar algunos maniquíes de práctica más con sus manos. "¿Crees que puedo llevarlo?"

"Creo que lo haras." En el fondo, Lincoln no sabía si ella podía ganar con seguridad, y no quería preocuparla demasiado. Alguien tenía que detener a este monstruo.

"Está bien. Bueno, lo voy a buscar. Si no vuelvo en unas horas, llame a la policía".

"Lo tienes."

Luego, Leni corrió hacia Vanzilla y condujo por el vecindario para buscar a Leo y tratar de llevarlo ante la justicia. La conducción se prolongó durante dos horas y la furgoneta se estaba quedando sin combustible. No tuvo más remedio que repostar la camioneta en Flip's, y el dueño barato de la tienda estaba feliz de aceptar dinero de uno de sus clientes habituales. "Gracias Flip. Quédate con el cambio."

"No me importa si lo hago, rubia." Flip hizo su sonrisa untuosa. "Vuelve a gastarme más dinero".

Tan pronto como se llenó el tanque de combustible, Leni todavía estaba buscando al hombre león, y todavía no había suerte. De repente, había una gran figura de color amarillo dorado que pasaba por delante de algunas casas a gran velocidad, y Leni la vio. Ella sabía lo que era y salió del coche para perseguir a la bestia. "¡Detente! ¡Espera!" ella llamó.

Se sentía un poco asustada, pero es una superhéroe y sabía que los superhéroes no son cobardes. El licántropo se dio la vuelta en la calle y gruñó. Sus ojos eran tan brillantes como la luna llena y sus dientes eran tan puntiagudos como dagas. "¡Quedarse atrás!" dijo en voz baja y gutural. "Soy un bicho raro."

"¿Leo Rockeman?" preguntó Leni

"¡Es Rockefeller!" la bestia la corrigió.

"Mira, no quiero lastimarte ni pelear contigo". Leni intentó razonar con él. "Solo quiero hablar y ayudarte. Por favor, date cuenta de lo que estás haciendo".

"Espera, eres Poison Ivy Leni. ¿No es así?" parecía que Leo se estaba calmando.

"Sí, soy yo."