(Desconocido x Venti) Canto a una estrella.

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Canto a una estrella
Desconocido x Venti
Advertencias: Violación, alcoholismo, prostitución y violencia.

Las calles de Mondstad se iluminaban suavemente bajo la luz de los faroles, rebosaban de aquella alegría y tranquilidad que las carecterizaban, el aroma de alcohol y flores se entremezclaban dulcemente dando un golpe a los sentidos bastante agradable. La tranquila brisa que soplaba sobre la ciudad mecía con cierto encantó las hojas de los pequeños arbustos que adornaban las plazuelas, sin duda una noche encantadora, rebosante de música y las animadas voces de los transeúntes que disfrutaban con tranquilidad detrás de aquellas altas murallas que brindaban una seguridad efímera.

Las suaves y débiles notas hacían un eco suave contra las paredes de la pequeña callejuela oscura, sus dedos hábilmente se paseaban entre las cuerdas de la lira mientras miraba fijamente al cielo, conocía al instrumento entre sus manos, lo había tocado por tantos años que se había vuelto casi una extremidad de su cuerpo, quería perderse en la melodía e ignorar el bullicio de la ciudad que era audible para el, incluso estando en un sitio tan apartado, sonrío tristemente cuando aquella solitaria nube finalmente se movió lo suficiente para dejarlo ver la pequeña y solitaria estrella que brillaba tenuemente, era su estrella favorita y cantaba para ella, sus labios se movieron temblorosamente empezando a entonar un suave canto sin palabras, solo acompañaba el sonido de la lira con dulces vocalisaciones, ¿Es que aquella estrella podría escucharlo? Le gustaba creer que si, que de alguna manera podía leer el dolor que soportaba en silencio.

-Traje algo para ti pequeña zorra- la voz grasosa pero demandante lo saco de sus pensamientos, desafino la nota que tocaba de manera horripilante, el sonido lamentable se había colado en sus oídos haciéndole soltar un pequeño grito ahogado, un lamento triste por haber lastimado al instrumento entre sus manos, su vista se dirigió al dueño de la voz y en su sorpresa al acompañante que este llevaba. Mostró prontamente una amplia sonrisa, misma que hacía brillar sus hermosos ojos ocultando así la situación en la que se encontraba.

-¿Y es algo bueno?- Su voz era cantarína y animada, la mezcla perfecta para su hermoso rostro. El sujeto sonrío burlón sacando una botella de su saco, la sacudió un poco al frente cual si mostrará un premio a un pequeño cachorro.

El sujeto tenía una apariencia intimadante, bastante alto y corpulento, cabello un poco largo a la altura de sus orejas y una barba un poco descuidada al rededor de aquella cínica sonrisa, sus ojos marrones se veían enmarcados por unas cejas pobladas que precedian a su amplia frente, su vestimenta un tanto gallarda completaban todo el marcó, un caballero de clase que se sentía en la cima del mundo y que miraba de manera despectiva al pequeño bardo.

-Si, es algo bueno- Completo bajando la botella al piso haciéndola rodar sobre su pierna y empujándola con su bota para hacerla llegar al más bajo, aquello no era más que una actuación de supremacía, queriendo humillar un poco al chico ya de entrada.

Venti solo miro la botella rodar entre las piedras que adornaban el suelo, el sonido del vidrio chocando contra ellas hacía eco en su cabeza, se arrodillo en cuanto está tocó sus zapatos, miro la botella sin levantantra aún, un víno tinto, sonrío acariciando la botella con la punta de sus dedos, llevaba dos días malos, las propinas demasiado bajas, apenas le había alcanzado para un tarro de cerveza la noche anterior, y para ese momento no podía permitirse absolutamente nada, razón de que ni siquiera se acercará a la taberna, ciertamente si quería beber algo esa noche, esa era su única opción, soltó un pequeño suspiro, la mirada de ambos hombres se fijaba en el en total silencio.

Bien, ¿Que había con el otro sujeto? Era igualmente un poco elegante, solo que la gallardía le faltaba, valla carecía por completo de ella, un poco sobrepasado de peso y cabello despeinado y un poco grasiento, la barba le iba en el rostro de manera un tanto desagradable, completamente descuidada y creciendo al azar sobre su redonda cara. Los ojos verdes de Venti lo observaron un poco antes de decidirse a tomar la botella, apretó sus puños y en un movimiento suave y discreto hizo a la pequeña nube volver a tapar la estrella usando un poco de viento usando su afinidad elemental, claro, esto paso por completo desapercibido por ambos tipos, ¿Es que era tan débil? Si, lo era, no tenía forma de negar el echo, le costaba pasar la noche si no bebía algo, incluso sobrellevar el día le costaba, finalmente tomo la botella cerrando así aquel trato, ambos se acercaron a el, mientras destapaba la botella de forma desesperada.

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